En primer lugar, el dólar planchado (en nuestro país) castiga los precios en el mercado doméstico.

Porque no es sólo la baja del precio internacional en Chicago la que afecta los precios internos.

No, señores. Es más que eso.

Es la política del Banco Central respecto al valor del peso en relación a las otras monedas, fundamentalmente del dólar. O, lo que es lo mismo, el comportamiento del dólar en el mercado local.

Con el arreglo con los holdouts, se abrieron las puertas para la financiación del déficit fiscal, mediante endeudamiento público, lo que implica una fuerte entrada de divisas. Con Macri, se ha pasado de la financiación por emisión a la de por endeudamiento. El esquema se parece al de la década de 1990.

Miremos, por ejemplo, lo que sucede con las deudas provinciales. Desde el comienzo del actual gobierno, las provincias emitieron deuda en los mercados internacionales por un monto cercano a 10 mil millones de dólares. Sólo en lo que va de este año, emitieron por un valor de casi 3 mil millones de dólares.

Acentúa el problema, el blanqueo de capitales.

La política del Banco Central, a través de un dólar planchado, intenta, además, frenar el ritmo de la tasa de inflación.

El gráfico revela claramente cómo viene evolucionando el valor del dólar en nuestro país, desde inicios de este año. A la baja que allí se advierte, hay que agregar el desgaste que produce la inflación sobre el poder adquisitivo del dólar.

Vale observar que, por ejemplo, el día 4 de enero el dólar se encontraba por encima del nivel de $16.

Así, las cosas, el mercado Rofex viene mostrando una baja en el dólar mayo. Desde principios de enero que estaba en 17,50 ahora apenas superaría el valor de $16.

Al volcar estos valores a los de la soja, se advierte una baja de aproximadamente $350 por tonelada. Impresionante… ¿no?

En un cuadro donde, cada día que pasa, se confirman las perspectivas de una supercosecha sudamericana, lógicamente, los precios tienden a la baja.

El tema se agrava para la soja frente a un panorama que muestra una fuerte inclinación del productor norteamericano a sembrar más en desmedro de la implantación de maíz.

Pero, pese a todo, hay una buena.

Contra lo que estimábamos, por ahora el dólar en el mercado internacional no ha subido. Recordemos que la semana pasada la Reserva Federal de EE.UU. incrementó la tasa de interés. Y la experiencia revela que cuando la tasa de interés se incrementa, el valor del dólar también lo hace.

Toda revaluación del dólar se traduce en un "empobrecimiento relativo" de aquellos que necesitan importar con otras monedas. Como en el mercado internacional, los commodities agrícolas se valúan en dólares, los países que utilizan otras monedas, como el yen y el euro, podrán adquirir menos unidades de dólar.

Sin embargo, por el momento, el dólar no se muestra en clara tendencia a la suba. Probablemente, la incertidumbre en EE.UU. sea el factor que ha contrarrestado la tendencia al alza que debería haber mostrado el dólar con el aumento de la tasa de interés.

Evolución del dólar respecto al euro (BCE)