1- ¿Cuál es el diagnóstico sobre la situación actual del sector lechero?

Si tuviera que trazar un diagnóstico y definirlo en solo una palabra, la situación para el sector es compleja. Más allá de que se esté acomodando el precio de la leche aun hay mucho margen de mejora. Todavía hay productores que están cubriendo el valor de sus costos o, en casos más graves, por debajo de ellos, esto genera una gran desconfianza generalizad en toda la cadena de valor que no permite que se avance en la solución de los problemas. Además de la coyuntura, gran parte del problema actual también es estructural.

2- Bajo el contexto actual, ¿quiénes son los más perjudicados: la industria o el productor?

La industria realmente está atravesando un mal momento pero, por una cuestión de cadena, aun puede transferir parte del problema a los productores. Sin embargo, el productor no tiene escapatoria. En el fondo, ambas puntas de la cadena está afectadas, por eso el productor argentino está cobrando por una de las leches más baratas del mundo y el consumidor está pagando una de las leches más caras.

"La cadena lechera debe recuperar la confianza"
Desde hace años, el ingeniero Palladino investiga el factor humano en el tambo, las rotaciones y el manejo de efluentes.

3- ¿Cuál fue la combinación de factores para que el año pasado se perforara el piso de productividad nacional anual?

Sin dudas, en el ciclo lechero de 2016 la combinación de factores crearon la tormenta perfecta para que la producción alcance las 9.900 millones de litros, de acuerdo a los datos del Observatorio de la Cadena Lactea Argentina, un dato muy por debajo del promedio de los últimos años. Entre los factores, el bajo precio a principios del año pasado, a lo que se sumaron dos inundaciones en menos de un año en la principales cuencas lecheras santafesinas, impactó muy fuerte en la producción de leche. Por si solo, las inundaciones dejaron fuera del negocio a muchos productores, por eso mismo los datos preliminares indican que la tasa de cierre de tambos el año pasado se duplicó por sobre las cifras promedio.

4- De acuerdo al contexto actual, ¿supone que en ciclo actual se recuperarán la producción nacional promedio?

Más allá del contexto adverso que describí, se van a recuperar las cifras promedio de producción. En el contexto actual, esta recuperación seguramente se producirá mucho más rápido si es que aparece el negocio y existe previsibilidad. Sin embargo, lo más preocupante es que desde hace varios años no progresa la producción nacional de leche y, a este ritmo, nunca llegaremos a las metas que se trazó el Plan Estratégico Lácteo para el 2020 de 16.500 millones de litros.

5- Entonces, si solucionan ciertos temas clave, ¿la lechería argentina puede volver a ser un buen negocio?

Sin dudas que puede ser ungran negocio para Argentina y lo puede ser por varios motivos. Nuestro país es uno de los principales productores de proteína animal del mundo, tiene capacidad para aumetar, y hasta duplicar, su producción lechera, contamos con productores eficientes, que adoptan tecnología y que tienen conocimiento, y hay una gran cultura lechera. Todos estos son activos que pueden potenciar este negocio.

6- Por delante, ¿cuáles son los grandes desafíos por delante?

El gran desafío de la producción primaria es tener una representación, es decir, una voz común que transmita y eleve los reclamos de todos los tamberos; considero también que es necesario sentar las bases de una lechería sostenible en sus tres dimensiones -ambiental, social y económico-. Por su parte, el desafío para la cadena es recuperar la confianza y luego replantear qué quiere la Argentina de su lechería: es decir, si aspira a una lechería para el mercado interno o una actividad de exportación.

7- ¿Cuál es el tiempo aproximado en que se puede recuperar y potenciar la actividad?

Estimo que en los próximos dos o tres años no habrá un crecimiento en la producción, sin registrarse cambios estructurales y con los problemas actuales de las cuencas lecheras más importante.