GRANADERO BAIGORRIA.- Casi como un déjà vu de otros tiempos, John Deere, multinacional líder en maquinaria agrícola, anunció el martes pasado el inicio de la producción nacional de sus tractores 6J, con una nueva línea para 6 modelos (de 110 a 205 HP).

Aunque algunas de los más de mil personas presentes en la planta de Granadero Baigorria, en el Gran Rosario, veían el hecho como un efecto tardío del kirchnerismo, el CEO global de la compañía, Samuel Allen, adjudicó la motivación a las políticas del presidente Mauricio Macri. "Puedo afirmar que nunca hubiéramos podido anunciar esta nueva línea de producción si no hubiésemos sabido que las políticas iban a cambiar", dijo el ejecutivo, que visita la Argentina desde los años 90. Y redobló la apuesta: "Si el Gobierno nos diera la oportunidad de importar tecnologías de avanzada, el productor argentino las implementaría", dijo.

La semana anterior, en el marco de Expoagro, Allen estuvo reunido con productores argentinos y reforzó su visión. "Realmente vemos un gran futuro para el agro argentino en la medida en que las políticas continúen siendo las adecuadas. Cuando tuve oportunidad de encontrarme con el presidente Mauricio Macri, en noviembre pasado, le expresé que las políticas que estaban implementándose iban a ser muy beneficiosas para el desarrollo de este sector. Claramente, un hecho que ha logrado que el productor argentino sea más competitivo tuvo que ver con la devaluación, porque la mayoría exporta en dólares".

Consultado sobre la potencialidad de la Argentina para insertarse en el mundo, Allen se excusó de dar consejos, pero consideró: "Es un tema muy interesante. Visito este país desde 1993, sé que hubo momentos muy buenos y otros no tanto. Como fabricantes que proveemos empleo, creemos firmemente que si se sigue el camino de estas medidas que se están tomando, la Argentina va a tener una gran posibilidad de seguir creciendo, posicionándose mejor a nivel global. En cuanto a la industrialización, nosotros como fabricantes y productores también estamos de acuerdo en cuanto a la orientación de las medidas que se están tomando, pero sabemos que va a consolidarse un poco más a largo plazo".

La inauguración de la nueva línea de producción contó también con la presencia del gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz; del jefe de Gabinete del Ministerio de Agroindustria, Guillermo Bernaudo, y del intendente de Granadero Baigorria, Adrián Maglia.

Actualmente, John Deere cuenta con 820 empleados en la Argentina, más de 30 concesionarios, 106 puntos de venta, produce para el mercado local y exporta a Brasil y otros mercados globales.

"La Argentina es uno de los pocos países con capacidad de producir y proporcionar alimentos para la creciente población mundial. Y la adopción de tecnologías innovadoras, como los tractores 6J (en un segmento que representa el 45% de una industria de 8000 tractores por año), será crucial para los agricultores frente a este reto", afirmó Gastón Trajtenberg, presidente de John Deere Argentina.

Los nuevos tractores 6J contarán con motor nacional y contenido creciente de localización de fundiciones, llantas, cubiertas, baterías y demás componentes que ameriten localización en función de su calidad y costo.

No se ofrecieron cifras de la inversión, con el argumento de que es un proceso abierto, que "se remonta a 1958 y puede ofrecer sorpresas pronto", afirmó Trajtenerg.