Como ferviente admirador del trabajo entre el sector público y el privado, el ministro de Agroindustria bonaerense, Leonardo Sarquís, se enfoca en la competitividad. En una entrevista con la nacion sostiene que hay que hacer "productos que el mundo requiere", pero admite que el Estado tiene que hacer su parte.

-¿Qué les pide la gobernadora María Eugenia Vidal?

-Que siempre pensemos en la gente. Hacer cosas que traten de cambiarle la vida. Nuestro sector es generador de acciones virtuosas, que le cambian la vida a los pueblos. Nuestro ministerio no es uno que le debería pedir plata a la gobernadora, sino generador. En lo personal me siento muy cómodo con ella. Lo importante es cuando un líder te da confianza.

-Para junio próximo la provincia habrá vendido 1000 millones de dólares en trigo, ¿qué significa eso?

-Va entrar plata en una gran cantidad de localidades que antes no entraba. Hay que valorar la baja de las retenciones y no tener ROES o cupos a las exportaciones. Hoy un productor puede vender cuando quiera y a quien quiera. Con este cambio se deberían reactivar un montón de circuitos productivos en la provincia.

-¿Qué objetivos tienen en ganadería?

-Recuperar gran parte del rodeo perdido. En 2016, Buenos Aires tenía entre el 36 y 38% del rodeo del país, la provincia llegó a tener el 48% o más, y estamos en recuperación. Por supuesto que han ayudado las medidas macro como la baja de retenciones a la carne o la posibilidad de abrir nuevos mercados. Tenemos entre un 7 y un 9% de aumento de retención de vientres. Eso quiere decir que el productor, al tener buena tecnología de cultivos ha invertido en una buena pasturas y ha aumentado el peso por animal. Buenos Aires debería aumentar 70/80 kg por animal. No deberíamos vender en ningún lugar novillos por debajo de los 300 kilos.

-¿Cuáles son las trabas que tiene la provincia? Hay un gran déficit en infraestructura.

-La provincia viene de una falta de infraestructura de los últimos 15 años. La ausencia de obras hídricas, hidráulicas, de rutas y caminos rurales han hecho que todos los problemas climáticos que tuvimos agravara la situación para sacar la producción de los campos. Nosotros venimos trabajando para superar eso. Este gobierno, cuando habla de obras, habla de licitaciones reales y cosas concretas. En poco tiempo se vieron los frutos, por ejemplo la inauguración de una parte de la ruta del Cereal. También licitamos en febrero pasado un nuevo tramo de las obras de la Cuenca del Salado, la etapa 1 A, con una inversión de 1800 millones. Lo mismo va a pasar con las obras del río Quinto, entre 800 y 900 millones de pesos de financiamiento del gobierno nacional.

-¿Se puede ser más competitivo?

-En la provincia de Buenos Aires las principales producciones emplean casi un millón de personas. Tenemos que ser más competitivos en cada una de las producciones. Si cada uno hace lo suyo, el circuito será cada vez virtuoso. El mundo sigue requiriendo alimentos, pero nosotros tenemos que hacer los deberes. Hay dos requisitos para esto: hacer lo que mejor hacemos y lo que el mundo quiere que hagamos. Si el mundo quiere ojo de bife, no tenemos que ir a ofrecerle media res. Tenemos que empezar a pensar en hacer productos que el mundo requiere y para eso tenemos que tener una apertura distinta.

-¿Qué se puede hacer desde el Estado para lograr eso?

-Gran parte de la política exterior que está haciendo ahora el presidente Macri. Hacer misiones, acercamiento a países, todo lo que se está haciendo desde Cancillería y el Ministerio de Agroindustria.

-¿Y otras políticas, no? Hay muchos productores que dicen "tenemos un costo impositivo alto".

-Por supuesto, cada uno tiene que hacer los deberes. Nosotros tenemos que mostrarles a los productores que existen las oportunidades afuera y a su vez tenemos que generar todas las herramientas para que eso sea ágil. Cuando hablo de competitividad también me refiero a eso, a la parte impositiva, a los controles. Tenemos que exigir y tener herramientas lógicas para que los productores se motiven a hacer cosas. Que no sea sólo mirar el mercado interno o externo cuando te conviene, sino ir también allá.