En medio de la crisis por SanCor , el gremio de la industria lechera, Atilra, fue convocado a una reunión en el Ministerio de Agroindustria. Hasta allí fue Héctor Ponce, el secretario general, entre otras autoridades. Lo esperaban el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile , el viceministro de Trabajo, Ezequiel Sabor, y técnicos del Ministerio de Producción.

Según pudo reconstruir LA NACION, en el encuentro el gremio dejó en claro que no aceptaría despidos. De todos modos, el Gobierno no planteó esa posibilidad, si bien la misma empresa la estaría contemplando. Sí se habló de la reestructuración en establecimientos que hoy no están operando. Hay una posibilidad, trascendió, de una oferta de la firma para que algunas de esas plantas pasen a los trabajadores para que hagan cooperativas. En tanto, hasta que se venda, el Gobierno estaría dispuesto a una ayuda económica en el marco de un control de gastos de la empresa.

Los funcionarios pidieron contener a los empleados y "prudencia" para las paritarias. El gremio negoció un 23% de mayo a octubre y un 13,9% de noviembre a abril de 2017. "Vamos a poner buena voluntad, pero el costo de la mano de obra no es significativa", dijo una fuente gremial, que estimó ese costo en 11% del total, contra un 55% de la compra de leche a la producción.