CÓRDOBA.- Es muy preocupante la situación de los campos en la zona de la laguna La Picasa, entre Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba. En la última semana viene creciendo medio centímetro por día. En los últimos meses 40 tambos dejaron de producir en la región y ahora, a punto de comenzar la cosecha, los productores dudan poder ingresar a los campos.

El próximo lunes, en la secretaría de Recursos Hídricos se reunirán los gobernadores María Eugenia Vidal, Juan Schiaretti y Miguel Lifchitz para tratar de cerrar el acuerdo que permita empezar de manera "urgente" las obras que se requieren para frenar el avance del agua.

Las obras hídricas -que ya tienen el acuerdo de Nación, Córdoba y Santa Fe- son básicamente la elevación de vertederos para retener el agua, ya que están entre 20 y 50 centímetros más bajos que lo que se requiere. Además, se contempla un canal de 6,5 kilómetros de extensión aguas abajo para acelerar el drenaje.

La ruta 7 -que une Buenos Aires con Mendoza y llega a Chile- está cerrada entre los kilómetros 385 y 392, lo que alarga el recorrido en 200 kilómetros. Vialidad Nacional planea mover 2000 camiones de 35 toneladas de piedra cada uno como paliativo para "defender" el asfalto del avance del agua.

En diálogo con LA NACION, el presidente del Comité de Cuenca La Picasa, Juan Carlos Duhalde, insistió en que la profundización de los problemas con el paso del tiempo además de provocar el cierre de 40 tambos hizo que los 25.000 terneros anuales que se producían se dejaran de hacer.

"Ahora algunos están sacando la leche con tractores, pero ya hay muchos que ni siquiera así pueden hacerlo. Tenemos una cosecha excepcional pero las napas, en el mejor de los casos, están a 20 centímetros de la superficie y en la mayoría de los campos ya afloraron", precisó.

Duhalde describió la situación como "desesperante" y recordó que los problemas empezaron en 1978, cuando se construyó un canal entre el kilómetro 402 de la ruta y la laguna. "En ese entonces la laguna tenía 2500 hectáreas y hoy son 45.000 de seis o siete metros de profundidad promedio".

No sólo la ruta 7 está cortada, sino que los caminos de tierra son imposibles de transitar. De algunos sólo quedan huellas.