Este viernes el dólar siguió con su tendencia a la baja y cerró a $ 15,81. El ingreso de divisas provenientes del exterior, vía colocaciones, blanqueo y liquidación, hizo que la moneda estadounidense pierda más de 3% desde el 4 de enero, día en que tocó el récord de $ 16,38.

Para Fausto Spotorno, Director del Centro de Estudios Económicos de OJF y Asociados, "el dólar no tiene vaivén por las elecciones, al menos que pase algo muy inesperado", sino que su sube y baja está más vinculado a cuestiones como la liquidación de divisas provenientes de exportaciones, las vacaciones, entre otras cuestiones. Entre esos escenarios inesperados está "tanto una estrepitosa derrota, como una arrolladora victoria del Gobierno". "Ambos son escenarios poco probables", manifestó.

El economista consideró que "lo más probable es un escenario de 30-30-30", donde oficialismo y dos sectores opositores (peronismo/kirchnerismo y massismo) se reparten en tercios el electorado. "Una victoria del Gobierno va a hacer bajar el tipo de cambio y una derrota hará que suba", evaluó.

"El escenario probable es muy amplio y dentro de ese escenario, que puede ser con una derrota o una victoria del Gobierno, tampoco cambian mucho la historia", agregó Spotorno. Y añadió: "Una estrepitosa derrota sería un número muy bajo, de 5%. También, hilando fino, hay que ver qué pasa si el kirchnerismo saca muy pocos puntos".

Por su parte, Rodrigo Álvarez, socio y director de Analytica, advirtió que "en función de cómo vengan las encuestas y el mapa político hay jugadores que van a querer realizar su ganancia, cerrar sus posiciones abiertas en pesos y cargar un poco más la cuenta en dólares", lo que pondría algo de presión al alza. Sin embargo, al menos hasta los comicios, ve un panorama "estable".

Álvarez planteó que con un muy buen resultado electoral, escenario que cree poco probable, el Gobierno "va a tener más margen para profundizar políticamente lo que viene haciendo y es lo que van a leer los mercados". "En el escenario de que pierda, para los inversores será momento de ver y barajar de nuevo. En ese caso podría haber algún tipo de salto del tipo de cambio, pero no veo ningún tipo de corridas", afirmó.

"El otro escenario es que tenga un apoyo cercano al 35%, que sin ser deslumbrante, quedaría bien posicionado para 2019. Ahí no debería haber movimientos importantes para un lado o para el otro", continuó Álvarez. Y agregó: "Tendría que haber mucho ruido para que haya un movimiento brusco del tipo de cambio".

Asimismo, Álvarez dijo que a lo largo del año "hay que empezar a ver la capacidad de reacción del Banco Central" y afirmó que "generar presión en el tipo de cambio se traslada a los precios, e impacta en los sectores más bajos", algo que el Gobierno no puede descuidar de cara a las elecciones.

"La clave de la política de estabilización de precios hasta las elecciones de 2017 continuará siendo el dólar barato y apertura importadora financiados con la toma de créditos externos", opinó Andrés Asiain, Director del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (C.E.S.O.), para quien "se genera la perspectiva de una devaluación post-electoral ante las presiones de diversos sectores productivos exportadores y/o que compiten con importaciones".

Asiain alertó que "la receta ya clásica del liberalismo argentino (...) disciplina a los formadores de precios del mercado local (e indirectamente, a los trabajadores en sus reclamos salariales), mediante el ingreso de productos baratos desde el exterior" y que "la forma de pagar esas importaciones manteniendo la baratura del dólar, es mediante el ingreso masivo de divisas provenientes de la política de endeudamiento externo".

En ese sentido, el licenciado en Economía, sostuvo que "si bien el dólar barato con apertura importadora son herramientas potentes para reducir la inflación, su principal costo es sobre el entramado productivo y el empleo". Y puso como ejemplo los resonantes casos de despidos y suspensiones en Banghó, Volkswagen y Atanor.

Para el titular de C.E.S.O, el Gobierno busca "aprovechar" la situación generada por la pérdida de empleo "para avanzar sobre los convenios colectivos de trabajo y el sistema de seguridad social" y "se plantea una nueva agenda de desregulaciones justificada en la necesidad de "bajar los costos laborales para crear empleo".

En tanto, Amilcar Collante, economista de CESUR, estimó que hoy el dólar "está bastante planchado" y que "los movimientos van a tener que ver con cuál es el resultado electoral para el Gobierno, cuál es el resultado para la oposición, y depende de qué tipo de oposición".

"Si gana el Gobierno el dólar va a seguir bastante planchado, mientras que una oposición constructiva no es tan perjudicial. El mayor riesgo es que no gane y que haya indicios de una vuelta atrás que genere incertidumbre", señaló en referencia al kirchnerismo.

Y profundizó: "En la hipótesis de que el Gobierno pierda, el mercado va a mirar lo que hace la oposición. Si es poco responsable quizás no lleguen las inversiones que tenían previstas. Eso puede hacer ruido porque las necesidades de financiación van a seguir existiendo. Aunque este escenario lo veo poco probable".

De todos modos, Collante pronosticó que "el dólar no tiene mucha expectativa devaluatoria hacia fin de año", pero que estará cerca de los $ 18,30. "Va a perder la carrera contra la inflación", consideró.