Presupuesto, poderoso caballero

Lentamente se va retirando del agua de los lotes inundados de la región núcleo, pero surge el problema de qué hacer frente a la plata que no estará por cultivos perdidos o no sembrados. Ante esa realidad hay que trabajar mucho con el presupuesto y con el flujo de fondos. "La peor combinación para un productor afectado es haber vendido forward y no poseer, luego, la producción ante una suba de precios, cuestión que debe considerarse cuanto antes", dice el consultor Teo Zorraquín.

Diversificar próximas siembras

El otro problema es qué hacer con los lotes que no se pudieron sembrar. En un marco climático incierto, lo mejor sería diversificar. Se puede pensar en una secuencia que comience con avena en los mejores lotes a partir del 20 del actual si el campo es mixto, para seguir con cebada en los lotes más flojos en la misma fecha. Luego se podrían implantar trigos de ciclo largo a partir de abril, a condición de que haya un perfil de más o menos 50 cm con oxígeno previo a la siembra.

Caminos destrozados

El tercer problema es organizar la logística. Los productores de una zona afectada deberían reunirse para cuidar caminos, monitorear los servicios viales y para delinear nuevas trazas. Conversando pueden aparecer responsables de cada sector y se evitan dichos como "vos me mandás el agua". Todos los productores gastan gasoil terraplenando caminos, pero hay que hacerlo en forma organizada para evitar la anarquía.