Esto significa sencillamente que los modelos de reformas agrarias, políticas en favor de unos para perjudicar a otros, impuestos distorsivos; o políticas agrícolas que apunten a que todos seamos chicos, están pasando ahora por el desafío de encontrar caminos creativos para que todos seamos grandes. Para que seamos productivos, rentables y sustentables en lo ambiental y social. Vamos a intentar desarrollar en este trabajo una línea de pensamiento y acción, en donde todos nosotros, profesionales agropecuarios, alimentarios y agroindustriales pasemos a ser protagonistas de estos cambios.

La gran oportunidad para el país

Muchos veníamos esperando el gran momento de llevar el “sello marca agroalimentos al Mundo”. Aguardábamos señales claras de políticas agropecuarias, y de embajadores que nos permitan abrir las góndolas y los hogares de cientos de mercados globales. El Ministerio de Agroindustria organizó en esta línea de pensamiento, las Jornadas de Perspectivas Agrícolas en la Bolsa de Cereales en Noviembre, con mucha asistencia presencial y también en vivo a través de Internet. Uno de los bloques destinó más de 2 hs a entender las tendencias internacionales.

Los protagonistas fueron 4 profesionales que nos representan como Agregados Agrícolas en lugares tan estratégicos para nuestras exportaciones de agroalimentos como: China, Unión Europea, Estados Unidos y Brasil.

El Mundo nos esta esperando

Mensajes muy claros para entender lo que viene: el mundo nos espera; tenemos que volver a rearmar los contratos perdidos; buscamos la reapertura en productos claves; y tal vez uno que impactó mucho fue el de: “la gente en el mundo pregunta por el retorno de las carnes argentinas”. Esto es posicionamiento, es demanda potencial, es más empresas con ganas de invertir; y por sobre todo es trabajo argentino “for export”. Pensemos que en los últimos 10 años nos concentramos en solo 10 países, y en sólo 10 productos agralimenticios que representan nada menos que el 69%. En la soja concentramos el 49% del total exportado. Hay muchos más por posicionar.


La oportunidad para los productores Pymes

Arranco con un mensaje a modo de desafío país: -tenemos que volver a las Pymes fuertes y competitivas-; dicho ésto veamos como estamos. Las estadísticas hablan de alrededor de 275.600 establecimientos agropecuarios en base al censo del Indec del 2008. Si bien este trabajo tuvo errores en ese momento, lo importante es destacar que entre 1988 y 2002 habla de la desaparición de 87.700 establecimientos y de 56.900 entre 2002 y 2008. Los números pueden no ser exactos pero marcan tendencia. Hay una serie de fenómenos de origen global, político, macroeconómico, climático, y sobre todo de –competitividad y escala-, que pueden haber afectado. Todo ésto nos lleva a pensar que de una vez por todas necesitamos cumplir esa visión compartida de orientaremos a ser sustentables en lo empresarial, en lo ambiental, y en lo social por el peso que estas destrucciones de valor ocasionan en lo patrimonial, y en las poblaciones rurales.

El gran debate: pequeños vs grandes

Hará unos 7 años cuando se daba el famoso dilema -grandes vs Pymes, -Pymes vs pooles de siembra-, que invadía nuestros medios, nos planteamos en el marco de Canal Agrositio un debate muy constructivo. Invitamos a un Director de Federación Agraria el productor y dirigente combativo Pedro Peretti, y a nuestro colega matriculado CPIA el Ing. Prod. Agr. Luis Gonzalez Victorica, a debatir y bajar el tema a tierra. Un inicio muy duro que me tocó moderar, y luego casi 2 hs de un rico aporte de ideas. Algunos mensajes proactivos que recuerdo: los modelos de producción requieren de cierta escala mínima de acuerdo al ambiente productivo; trabajar en forma asociativa es fundamental para ser sostenibles en el tiempo; los productores chicos son poco propensos a asociarse; ganar escala es poder negociar mejor con proveedores, clientes y bancos. Mensajes muy directos como: si se logra escala a partir del asociativismo se puede acceder más fácilmente a la tecnología y a lo último en conocimiento agronómico; los costos fijos y los de estructura se diluyen y con ello mejoran los márgenes brutos y la rentabilidad. Mucha cabeza puesta en lograr consensos.


El asociativismo como agregado de valor

Nada mejor que partir de una definición: “El asociativismo es tanto una facultad social de los individuos, como un medio de sumar esfuerzos y compartir ideales a través de la asociación de personas para dar respuestas colectivas a determinadas necesidades o problemas” (fuente Wikipedia). Desde la Universidad de Cuyo, Marcelo Báez en su trabajo “Asociativismo”, nos aporta un interesante mensaje: “Entre los objetivos que llevan a los productores o empresas a constituir acuerdos de colaboración, la mayoría de los estudios consideran que los acuerdos constituyen una estrategia para adaptarse a las nuevas formas de competencia. En este sentido, los acuerdos contribuyen a mejorar la competitividad y a adquirir mayor flexibilidad. Se utilizan como un mecanismo frente a firmas de mayor poder de negociación, como forma de acceder a nuevos mercados y/o recursos, ganando en economías de escala y diversidad o para disminuir costos o riegos”.

Profesionales “asociativistas”

Acá llegamos nosotros, profesionales de diferentes edades, conocimientos, experiencias laborales, y con ganas de actuar como “gestores y ejecutivos del asociativismo del valor”. Quienes mejor que los profesionales agropecuarios y agroindustriales para entender desde la biología y los agronegocios, el marco contextual del ambiente productivo y del ambiente de negocios. La pregunta de los que se entusiasmen con este desafío será seguramente: ¿Cómo hacerlo? La respuesta no es lineal, es abierta; parte de la creatividad y la pasión que cada uno tiene para reinventarse, y para inventar lo que no está inventado. Para hacer visible y posible…, lo que es invisible a los ojos de los demás. Para acercarse a las instituciones locales, profesionales, oficiales y privadas, y trabajar una idea, abrirla a los demás sin miedo a perderla, por el contrario, con ganas de compartirla para hacerla crecer. Tenemos que generar un verdadero -efecto viral-, de contagio por crear sociedades, UTEs agropecuarias y agroindustriales y colaborar en sus procesos de desarrollo de ideas, plan, y ejecución operativa.

Capacidades necesarias

Las capacidades son los recursos y actitudes que tenemos las personas, algunos también las denominamos –talentos-, esa mezcla justa de las cosas que sabemos, y la forma en que nos comportamos ante los demás. Hay algunos elementos que vienen directamente de nuestros saberes, de la universidad, de los conocimientos que nos transfirieron y supimos capturar.

También vienen de la forma en que estamos preparados para aplicarlos, y para adaptarnos flexiblemente a diferentes entornos comprendiéndolos. Los –talentos para el asociativismo-, van a ser muy necesarios y demandados en estos nuevos escenarios. Como diría un colega y amigo norteño: “si va a llover sopa, que te agarre mirando al cielo y con un cucharón tan grande como dé la fuerza de tus brazos”.