La Comisión Nacional de Emergencia y Desastre Agropecuario (Cneyda) resolvió ayer acompañar, para luego hacer su homologación nacional, las declaraciones de emergencia de Buenos Aires, La Pampa y Río Negro por los incendios y de Santa Fe por las inundaciones, lo que puede redundar en beneficios impositivos y crediticios. También se declaró en sesión permanente.

A todo esto, ayer la provincia de Buenos Aires anunció la prórroga por 120 días del vencimiento en el impuesto inmobiliario, tanto el básico como el complementario, en la planta urbana y rural, en zonas afectadas por incendios e inundaciones.

En el encuentro de la Cneyda, el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile , estuvo quince minutos. Habló de su viaje a la zona de los incendios en La Pampa y al área anegada en Santa Fe. Ante ministros provinciales y entidades de productores, reconoció que la plata del fondo para emergencia, de $ 500 millones, no alcanza. Y pidió "esperar", como después repitieron otros funcionarios, a tener datos certeros antes de dar estimaciones sobre pérdidas.

Ese pedido parece un reto cuando consultoras privadas, bolsas de cereales e inclusive el Gobierno de Santa Fe ya brindaron proyecciones de pérdidas. En un comunicado, Agroindustria consignó que provincias y productores "acordaron" con el ministro que era "muy pronto" para estimaciones certeras.

"Como nadie dijo nada [ante el consejo oficial de esperar], capaz que esto lo tomaron como un acuerdo", sugirió un asistente. Ariel Toselli, vicepresidente de Federación Agraria, indicó que le parecía "correcto" aguardar a dar cifras.

Ayer, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estimó que hay 770.000 hectáreas con soja afectadas por los excesos hídricos y 290.000 con riesgo en maíz. En tanto, la Bolsa de Comercio de Rosario calculó que la cosecha total del país tendrá una merma de 5,2 millones de toneladas.