La jornada del día de hoy, 16 de enero, el mercado no pudo operar con la fluidez habitual. Es que el mercado de Chicago estuvo cerrado, dado que en EE.UU. es el día de Martin Luther King.

En medio de las controvertidas posturas de Donald Trump, presidente electo de EE.UU. y del congresista John Lewis, compañero de lucha de Martin Luther King transcurrió la celebración. Lewis afirmó que no concurrirá a la ceremonia de investidura de Trump.

En cuanto a los mercados de la región, hoy no hubo mayores cambios.

Respecto a las recientes previsiones del USDA, los números no dejan de llamar la atención.

Por una parte, sorprendió al mercado al difundir sus estimaciones de producción 2016/17 en Norteamérica.

Tanto a la soja como al maíz de EE.UU., las estimaciones quedaron reducidas, con números inferiores a los previstos en diciembre.

Con tales números, los stocks nacionales al cierre de la campaña se redujeron visiblemente para ambos granos. Ello logró fortalecer el precio de la soja.

Pero donde la sorpresa resultó mayúscula fue en su estimación de la producción para la Argentina. Pese a las inclemencias climáticas que sufre el país, el USDA no cambió lo números respecto a lo previsto en diciembre. Increíble.

Por lo tanto, el USDA estima una producción de 57 millones de toneladas de soja y de 36,50 millones de toneladas de maíz.

Las estimaciones parecen de una oficina de otro planeta. Más aún, si se toma en cuenta el clima actual.

En la región núcleo, ayer domingo 15 de enero, las lluvias precipitaron en un rango que iría de 80 a 200 mm.

El sur de Sante Fe quedó muy castigado. En Hughes y en Elortondo, donde se encuentran unos de los mejores campos del país, habría llovido cerca de 220 mm. En Wheelwright, algo similar.

En Entre Ríos, sobre la margen del Paraná se habrían registrado cerca de 100 mm. En el centro y norte de Santa Fe, algo parecido.

Con las lluvias de ayer, muchos partes de la zona núcleo acumulan un volumen próximo a 600 mm, en tan sólo treinta días. Se trata del 60% de las lluvias de todo un año.

Desde mediados de diciembre y hasta la fecha, la región núcleo habría recibido un volumen de agua de aproximadamente 500 mm.

Quiere decir que si hasta el sábado pasado, la situación era preocupante, ahora lo es mucho más.

Las malezas y la falta de piso para realizar las aplicaciones alarman a los agricultores. A su vez, las enfermedades derivadas de la alta humedad avanzan a paso acelerado. Es notable cómo se agrava la infestación de mancha marrón.

La soja de segunda es la que más sufre. Algunos lotes enteros, a la fecha, están bajo agua. Otros se hallan con enormes charcos.

Mientras este cuadro desesperante se desarrolla, los analistas económicos siguen hablando de una cosecha extraordinaria. No sólo del USDA. Lo grave es que son argentinos… que viven acá.

Es cierto: resulta muy difícil estimar el volumen de producción cuando la actividad está tan sujeta al clima.

Sin embargo, todo indica que nuestro país difícilmente llegue a superar un volumen de 50 millones de toneladas. No resulta descabellado tomar un escenario productivo que vaya de 48 a 50 millones de toneladas.

Si intentamos valorizar la baja respecto a la estimación del USDA, hablamos de una cantidad de 3 mil a 4 mil millones de dólares. A trazo grueso, por supuesto.

Es patético, el cuadro. Se nota la división entre lo real del campo adentro y la teoría del escritorio en la gran ciudad. Se nota la falta de conocimiento de los analistas burocráticos sobre el campo.

Por eso, bien vale parafrasear a Clinton: «El clima, estúpido».

En cuanto a los precios, seguimos creyendo en un salto. Especialmente para la soja que es el grano más afectado en la Argentina.

En definitiva…. nuestro país es el tercer productor del mundo.