Las petroleras lo esperaban para el 12 de agosto del año pasado. Luego, creyeron que les tocaría el turno en noviembre. Pero el aumento de combustibles correspondiente al "segundo semestre" de 2016 empezó a plasmarse desde esta madrugada. Para los automovilistas, llenar el tanque es hoy un 8% más caro. Eso implica que un litro de nafta "súper" de YPF se despacha a $ 18,45, mientras que el combustible "premium" de Shell, la segunda marca con mayor participación de mercado, está a $ 21,57 en Buenos Aires.

Este incremento del 8% estaba pautado para la medianoche de ayer, pero se esperó a una reunión entre las petroleras y el Gobierno para determinar el precio local del petróleo de producción nacional antes de aplicar la remarcación.

"En la medida que no haya ninguna escalada en el precio internacional, no hay otro aumento en el primer trimestre del año", señaló el ministro de Energía, Juan José Aranguren, tras su reunión con los ejecutivos petroleros.

En las estaciones de YPF, la nafta súper se despacha a $ 18,45, mientras que Shell cobrará $ 18,85 por ese producto. Axion, la tercera del mercado, aplicará los mismos importes que YPF en la ciudad de Buenos Aires. En el conurbano, los valores suelen ser superiores y eso también sucede en las provincias, menos las patagónicas, que cuentan con una ventaja impositiva.

El gasoil de YPF quedó en 16,78, mientras que el de Shell está en $ 17,18. Oil y Petrobras, que son las otras banderas presentes en Buenos Aires, suelen ubicarse a mitad de camino entre YPF y Shell.

El combustible "premium" de YPF y Axion está en $ 20,85 en las carteleras de los surtidores, mientras que Shell lo llevó a US$ 21,57. El gasoil "premium" de YPF se ubicó en $ 19,28, mientras que el de Shell vale $ 19,99 en las estaciones propias de esa empresa.

Las empresas refinadoras de petróleo y casi todas las productoras (menos Tecpetrol, Sipetrol, Capsa) acordaron ayer un precio para el barril "criollo". Como parte de ese acuerdo de partes, también se habilitó un mecanismo para futuros aumentos.

"Trimestralmente, las compañías están habilitadas a trasladar al precio de los combustibles la caída del precio del crudo en dólares, la potencial evolución del tipo de cambio (en previsión que haya una devaluación, como está previsto en el presupuesto nacional) y el impacto que tienen los biocombustibles", explicó Aranguren.

"Cuando tuvimos el tema de las tarifas de gas, la Corte o la sociedad pedían previsibilidad. En lugar de estar especulando que con cada mes podía haber aumento, en la medida que el mercado internacional mantenga la evolución que tiene estos días (cosa que no controlamos nosotros), el próximo tendría que ser en la primera semana de abril", dijo el ministro.

"La que estaba más necesitada de trasladar a precios de los combustibles sus costos era YPF. Esta es una forma que YPF pueda estar mejorando su estado de resultados", puntualizó Aranguren.

En el acuerdo firmado ayer, los refinadores se comprometen a pagar US$ 59,4 por barril "criollo" durante enero a los productores locales en la variedad "Medanito". Eso irá en descenso, hasta julio, cuando abonarán US$ 55. Ese valor de referencia permanecerá hasta diciembre, siempre con un ojo puesto en la cotización internacional. A partir de 2018, el mercado queda liberado, cada compañía operará sin sugerencias.

En el caso de la variedad "Escalante" (más pesado), el importe es de US$ 48,3 en enero y US$ 47 en julio.

"Si se deja actuar al mercado, los precios van a bajar. Necesitamos más competencia en la Argentina", evaluó Aranguren.