Las muy favorables expectativas que se generaron a partir del segundo semestre de 2015, al percibir los productores ganaderos la posibilidad de un triunfo de Cambiemos, generaron una nueva retención de vientres y la quita de retenciones a las exportaciones cárnicas, lentamente comenzó a traducirse en un mayor peso de faena.

El optimismo de los ganaderos, a partir de estos dos elementos, produjo un shock en ‘el campo’ que nos permite asegurar que se producirá un importante aumento de la producción de carne durante el año que acaba de comenzar. Frente a este escenario y ante el cambio de hábitos de consumo de la población, con el aumento de la producción de los sectores avícola y porcino, las exportaciones serán el único camino posible para no desperdiciar la oportunidad de recuperar el stock ganadero y mejorar los índices de producción.

Existe consenso generalizado acerca de que los contextos macroeconómicos internacional y local hacen que nuestro sector tenga poca competitividad frente a nuestros competidores. Consciente de este problema, el Ejecutivo resolvió mejorar el tipo de cambio por medio de la reimplantación de los reintegros a las exportaciones, lo que mejora nuestras posibilidades de exportación. Ante el volumen de producción esperado, para evitar la caída de los precios del ganado, será necesario duplicar las exportaciones. Este objetivo parece difícil de alcanzar, dado que si bien el reintegro reimplantado (3,5% congelado – 4,0% refrigerado) mejora las posibilidades de exportar, resultaría exiguo para lograr duplicarlas, por lo que debería ser 50% superior.

La industria frigorífica vacuna cerró el año con el mayor nivel de faena en quince meses, según las estadísticas oficiales, explicado en gran medida por el fuerte crecimiento de la faena de hembras (que por segundo mes consecutivo, alcanzó una participación superior a 43% del total).

En diciembre de 2016 se faenaron 1.062.364 cabezas de ganado vacuno, cantidad que superó en 3,7% a la faena de noviembre pasado y en 10,2% a la de diciembre de 2015.

La faena de hembras, en relación a un año atrás, registró un crecimiento de 17,5% y explicó 70% del aumento de la faena total entre ambos períodos. Su participación en la faena total subió a 43,2%, constituyéndose en el segundo mes consecutivo en que superó la barrera de 43%. Tal como lo adelantamos en el Informe anterior, es un dato al que hay que prestarle atención, aunque todavía sea temprano para elaborar conclusiones. A priori podría concluirse que han comenzado a aparecer las hembras recriadas a campo y que se están vendiendo con más peso.

Aún a pesar del crecimiento de la actividad frigorífica en el último bimestre del año, en 2016 la faena total se ubicó en 11,804 millones de cabezas y quedó por debajo de los registros de los tres años anteriores (-2,9% en comparación con 2015).

La participación de las hembras en la faena total cerró el ejercicio en un promedio de 41,2%, quedando apenas 0,3 puntos porcentuales por debajo del registro correspondiente a 2015.

En el último mes de 2016 se produjeron 241 mil tn res con hueso (tn r/c/h) de carne vacuna. Esto fue producto principalmente de la mayor cantidad de cabezas faenadas (10,2% anual) y en menor medida del aumento del peso promedio del animal en el gancho (+1,6% anual, a 0,227 kg/r/h). La producción creció 12,0% con relación a diciembre de 2015.

En 2016 la producción de carne vacuna fue de 2,667 millones de tn r/c/h y experimentó una caída de 2,2% interanual. La retracción de la faena más que compensó el aumento del peso promedio (declarado) de la res faenada.

El consumo interno de carne vacuna experimentó una caída de 3,2% con relación a 2015. De esta forma, el consumo interno representó 91,81% de la producción total (-0.9 puntos porcentuales en relación a 2015).

A la inversa, la liberación del mercado cambiario y la eliminación de los derechos de exportación y de las trabas administrativas a la exportación, permitieron que en 2016 las exportaciones de carne vacuna se recuperaran moderadamente. En relación a 2015 crecieron 10,0%, hasta totalizar 218,5 mil tn r/c/h. Su importancia en relación a la producción total subió de 7,28% a 8,19% del total entre los años analizados.

En los últimos meses se achicó la caída de consumo interno, reduciéndose a 4,1% interanual. Y en lo referente al consumo por habitante de carne vacuna, en 2016 fue de 57,1 kg/año.

Las exportaciones de carne vacuna certificadas por el Senasa se ubicaron en 13.006 toneladas peso producto (tn pp) durante noviembre de 2016 y resultaron 38,2% mayores a las registradas en noviembre de 2015 (período afectado por las expectativas de inminentes cambios en los frentes cambiario e impositivo).

Y en los primeros once meses del año pasado las ventas en el exterior de carne vacuna ascendieron a 138.247 tn pp y exhibieron una recuperación de 8,0% anual. Los ingresos asociados a estas ventas equivalieron a 888,5 millones de dólares, lo que implicó una mejora de 8,2% anual. Por su parte, medidas en toneladas res con hueso (tn r/c/h), las exportaciones totalizaron 199,6 mil tn.

En noviembre del año pasado los envíos al exterior de cortes congelados y frescos extra Hilton arrojó un alza de 41,7% interanual.

En diciembre el precio promedio de la hacienda en pie comercializada en el Mercado de Liniers registró la tercera caída consecutiva. En relación al mes anterior la disminución fue de 1,6% (la menor de las tres) y la acumulada entre puntas del trimestre fue de 8,1%. En tanto, en la comparación interanual, la suba del precio promedio fue de sólo 6,0%, producto de la caída observada recientemente y de la mayor base de comparación que se estableció a partir de diciembre de 2015, cuando se liberó el tipo de cambio y se eliminó el derecho de exportación sobre la carne vacuna.

Al igual que en noviembre pasado, la reducción de precios alcanzó a todas las categorías.

La caída de los precios y la suba de la cotización del dólar en pesos argentinos hicieron que los valores expresados en dólares cayeran significativamente, tanto en diciembre como en el último trimestre del año. El precio promedio se ubicó en 1,509 dólares por kilo vivo durante diciembre de 2016, quedando 4,6% por debajo del verificado en noviembre y 12,4% por debajo del registrado en septiembre.

Entre noviembre y diciembre del año pasado, todas las carnes exhibieron alzas de precios en el mostrador. Las carnes aviar y porcina mostraron aumentos de 2,6% y 2,5% mensual, en tanto que la carne vacuna registró un ajuste de 0,9%. En consecuencia, durante el último mes del año pasado la carne vacuna se abarató con relación a la porcina en 1,7% y a la carne aviar en 1,6%.

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