La balanza bilateral sumó en 2016 u$s 22.506 millones, equivalente a un retroceso de 2,5% con respecto a 2015, lo que implicó la tercera caída anual consecutiva y el nivel de intercambio más bajo en los últimos diez años, según evaluó Abeceb, a partir de los datos difundidos por el Ministerio de Industria, Comercio Exterior y Servicios de Brasil.

El déficit para Argentina fue de u$s 4.300 millones, 70% superior al rojo de u$s 2.500 millones registrado en 2015, como resultado de la caída de 12% de las exportaciones y el avance de 5% de las importaciones, de acuerdo con el análisis de Ecolatina.

Ambas consultoras coincidieron en que el retroceso de la balanza comenzó a revertirse a partir de la segunda mitad del año, con un marcado aumento del intercambio en diciembre.

La recuperación en el segundo semestre recayó tanto en las exportaciones y en las importaciones, con crecimientos interanuales en diciembre de 48% y 39,2%, respectivamente.

El incremento de las exportaciones en el último mes de año estuvo impulsado por las mayores ventas de automóviles, vehículos de carga, maíz, cebada y trigo.

En tanto, el mayor incremento de las importaciones se debió a las compras de automóviles, autopartes, tractores y otras maquinarias agrícolas, y material ferroviario.

"La mejora del comercio bilateral a fin de año en el sector automotriz es una buena noticia para la industria argentina, auspiciosa respecto al inicio de 2017, aunque los valores de intercambio en el sector siguen siendo muy bajos en comparación con años anteriores", consideró Abeceb.

De la misma manera, "la recuperación del mercado brasileño para las exportaciones de cereales y productos alimenticios genera expectativas en el marco de los cambios en el marco regulatoria y de incentivos al sector", agregó.

Por su parte, Ecolatina reseñó que aunque las ventas Brasil "repuntaron fuertemente en relación a diciembre de 2015, permanecieron 23% por detrás del valor enviado durante el último mes de 2014".

Además, la consultora resaltó que el salto del comercio exterior en diciembre de 2016 se explica en parte porque en igual mes del año anterior, el intercambio había estado frenado ante la expectativa de una inminente devaluación.