Con la campaña de cosecha en plena acción, el trigo es el protagonista actual de la producción granaria.

Existen dudas sobre el nivel promedio de proteína del nuevo trigo. Parece presentarse en un nivel menor al estimado, al comienzo de la trilla.

Con tal razón, el mercado se ha dispuesto a abonar diferenciales en un 10% y un 15% cuando el cereal alcanza un PH 78 y un grado proteico del 10,5%.

Vamos a los hechos. Durante los últimos días, se apreciaron las diferencias de precios, para la descarga inmediata en terminales de Rosario. Los valores giraron en torno a $ 2.400 para el cereal con PH 78 y proteína 10,5. Distinta situación atravesó el cereal grado 2: tan sólo lograran niveles de alrededor de $ 2.000/2.100.

El tema de los estándares de calidad es un problema de larga data y revela la ceguera de nuestras políticas económicas centradas en los resultados de corto plazo. En la campaña pasada, por ejemplo, la proteína contenida en el grano de trigo cayó de niveles del 11% a 8/9 por ciento. La campaña +2015/16 encendió la luz de alarma por la baja proteína de la producción nacional, la más baja observada históricamente.

El peso hectolítrico está relacionado con el rendimiento de harina. El peso es un gran indicador de trigos dañados o brotados.

Por el contenido de las proteínas se puede medir indirectamente el de gluten en el grano. Las harinas para pan salen de trigos con un mínimo 12% o 13% de proteína.

La Argentina dispone de genética, trigos de alta calidad panadera, que poco tienen para envidiar a la de los principales países exportadores como Canadá, Australia y EE.UU. Pero por falta de nitrógeno suficiente para formar proteína y gluten en las masas no llegan a expresar todo su potencial. Y los estándares logrados no satisfacen los mercados externos más exigentes. Van a países de Africa o Argelia. Y, obviamente, al vecino, Brasil.

Muchos años de castigo, mediantes cupos de exportación y derechos de exportación, han llevado a un cuadro productivo donde la inversión es la variable de ajuste. Es el caso de la fertilización nitrogenada.

Desde hace más de 10 años, la Argentina viene perdiendo mercados, abriendo las puertas a competidores con mayores niveles de segregación en sus trigos. Y no sólo ha sido un problema de calidad/segregación; también lo ha sido de volumen. El caso de Brasil como importador es patético.

Distribución por Grado (Grado1; Grado2; Grado3; Fuera de Estándar) de la campaña15/16

Fuente. Trigo Argentino

Como la política agraria se ha modificado, las expectativas para la nueva campaña son alentadoras, en tal sentido. Llevará tiempo cambiar la cultura productiva en el eslabón agrario a fin de lograr productos que demanden los mercados que mejor pagan.

Resulta curiosa la situación actual puesto que, hasta el momento, no se cumple la baja estacional de precios. Las lluvias, que fundamentalmente retrasaron la maduración de las plantas y además complicaron la situación de los pisos, contribuyeron a sostener los valores internos.

Vale aguardar una baja para los próximos días, dado el buen tiempo reinante que permite el avance de la cosecha.

Los rendimientos se muestran positivos. Para la zona núcleo, donde ya la trilla habría superado la mitad de la superficie, las primeras estimaciones hablan de un rinde promedio superior a 40 QQ/Ha.