"Hasta ahora no se había planteado en Argentina transformar la biomasa en biomateriales", dijo el secretario de Agregado de Valor, Néstor Roulet, al encabezar el encuentro. Y agregó que "tenemos enormes posibilidades de transformar la fibra celulósica o el almidón en bioplástico, lo que nos hace pensar que podemos tener un sector fuerte dedicado exclusivamente a la temática".

Celebrando la iniciativa, el presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, Ricardo Valderrama, expresó: "Estamos comprometidos con el desarrollo sostenible frente al cambio climático", al tiempo que destacó el lanzamiento desde la institución del grupo de Bioeconomía.

"Con esta iniciativa buscamos acompañar a la investigación aplicada en Argentina, a las empresas que están emergiendo en el sector y al desarrollo de políticas de promoción de estas actividades productivas", señaló el director de Biotecnología, Martín Lema.

La jornada se dividió en tres paneles temáticos dedicados a transferencia tecnológica, oportunidades para las empresas del sector y análisis de la cadena de valor de la industria transformadora del plástico junto a lo que tiene que ver con la gestión de residuos sólidos urbanos (RSU).

Desde el ámbito científico participaron como oradores Daniela Conde Grand, de la dirección de Biotecnología; Patricia Eisenberg, del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI); Silvia Goyanes, del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), y Juan Francisco Delgado, del Departamento de Ciencia y Tecnología, Universidad Nacional de Quilmes (UNQ).

También participaron representantes de las empresas Arbio, Bioplástico.Co, Indear, Tritellus SRL, la Cámara Argentina de la Industria Plástica (CAIP), Ecoplas, Maizar, Ministerio de Ambiente de la Nación y funcionarios de la agregaduría agrícola alemana; entre otros.

"Hay 3 pilares que son fundamentales que no funcionan uno sin el otro: primero la decisión política de empezar a cambiar y generar un trabajo como el que se está proponiendo en este seminario; el otro es el aporte que puede hacer el sector privado y el tercero es el de la ciudadanía con la educación ambiental", explicó Noemí Cermesoni, de la compañía Tritellus SRL, dedicada a los bioplásticos compostables.

En su mayoría, los bioplásticos son biodegradables y provenientes de fuentes renovables. La materia prima que se puede utilizar es tan amplia que va desde el uso de la levadura residual de la industria cervecera, del almidón de mandioca y de cualquier cultivo agrícola que se produzca en nuestro país, hasta el aprovechamiento los residuos agrícolas. A todo eso se le puede agregar valor y producir distintos objetos útiles y sustentables, destacaron los especialistas.

"Tenemos una enorme posibilidad en Argentina de aprovechar su capacidad de fabricar biomasa, especialmente lo que son almidones, pero también otros productos o desechos de la industria agroalimentaria, que además de contribuir al cuidado del ambiente pueden contribuir a darle agregado de valor a las producciones", subrayó Lema.