Un centenar de productores se acercaron hace pocos días a Salsipuedes, provincia de Córdoba, para participar de una jornada de actualización técnica convocada por Nidera Semillas. Allí, el director global de Investigación en Soja de la compañía, Rodolfo Rossi, líder del programa de mejoramiento que lleva más de 40 años aportando las bases para el desarrollo genético de la soja en la región, ofreció una recorrida por lo que se viene.

Al trabajo en diversidad genética, fitopatología, selección genómica, mejoramiento asistido y bioinformática, se suman los desarrollos que la compañía viene haciendo en resistencias a herbicidas (a glufosinato, 2-4D, glifosato, dicamba y HPPD), a insectos lepidópteros y a enfermedades como fusarium. Según lo expresado por Rossi, los objetivos de mejoramiento que persigue la compañía en los países del Mercosur apuntan a una mayor eficiencia en el uso del agua, resistencia al deterioro del grano, tolerancia al stress térmico, a la roya y a los nematodes.

“El incremento de los rendimientos se ha logrado por ganancia genética, por el buen manejo en las prácticas agronómicas, y por la interacción entre ambas disciplinas”, apuntó Rossi. Un eje de trabajo que Nidera viene desarrollando a través de su departamento de servicio técnico.

Fue justamente el gerente de Desarrollo de Producto de Nidera Semillas, Matías Cardascia, quien expuso el posicionamiento recomendado para cada variedad de soja en función de cada ambiente productivo.

Para el Litoral, la franja media de Santa Fe y el norte de Córdoba, Cardascia recomendó la variedad NS 5258. “Es una excelente alternativa, estable y de alto potencial”, dijo. También aconsejó la NS 5419 IPRO, que permite “levantar mucho los pisos de rendimiento sin resignar potencial”. Para el ejecutivo, ambas son excelentes opciones en un rango ambiental de más de 3000 kg/ha.

Para la misma región y ambientes de menor productividad, Cardascia recomendó NS 6248 RR y NS 6909 IPRO. Para hacer frente a la irregular distribución de precipitaciones, el técnico sugirió desarrollar una estrategia escalonando los períodos críticos a través de un mix de variedades con distintos grupo de madurez en una misma fecha de siembra. “Creemos que el aporte de la estabilidad de nuestras variedades es clave porque permite levantar los pisos de rendimiento sin resignar potencial”, argumentó.

Para el sur de Córdoba y Santa Fe, Cardascia también recomendó hacer un mix de productos pero de grupos de madurez más cortos. Para ambientes de mediana a alta productividad las opciones son la NS 4619 IPRO STS y la NS 4955. “La primera es una Intacta muy completa con un mayor porte y una gran velocidad de crecimiento que permite cerrar entre surcos y reducir problemas de malezas”, apunta el especialista. La segunda es una opción en tecnología RR1. Por otra parte, en ambientes de media a baja productividad se recomienda la NS 5258 y la NS 5019 IPRO. La NS 5258 es el reemplazo de la histórica NS 5009 con un mayor potencial de rendimiento y una mejora en el perfil sanitario en lo que respecta, por ejemplo, a muerte súbita. NS 5019 IPRO es una variedad de porte bajo, responde a diversas estrategias de manejo agronómico como el acortamiento entre hileras.

La Jornada de Actualización de Soja organizada por Nidera en Salsipuedes brindó a los asistentes las herramientas y tips agronómicos que posibilitan maximizar y potenciar el rendimiento de cada material. “Ya no hablamos solamente de un producto sino de una solución integrada por parte de la compañía”, afirma Cardascia. “Nuestra acción no termina cuando entregamos la semilla. Es la semilla con la recomendación.