Pero... ¿Qué es más de lo mismo? Se nos ocurren, entre muchas otras cosas:

No identificar que en el tambo existen tres ámbitos de gestión empresaria: la producción, la comercialización, y lo político-institucional. Y muchos aún descreemos de lo que pueda lograrse "tranqueras afuera". Aunque los tres ámbitos mencionados tengan un fuerte impacto en nuestro negocio.

Mantener fragmentada nuestra representación, y no alimentar a las organizaciones capaces de unirnos y contenernos. En los hechos, hemos preferido caminar sobre nuestras diferencias, en lugar de hacerlo sobre nuestros acuerdos (dejando los debates para el trabajo interno).

Persistir en la ilusión de que "alguien" o una Ley, haga por nosotros, lo que sólo nosotros podemos hacer. Y muchas veces preferir la catarsis y la protesta a la propuesta y la negociación.

Trabajar "atrincherados" en nuestras posiciones, y hacer lobby para imponer nuestras condiciones. Atrapados en un cortoplacismo asfixiante.

No discriminar la problemática inherente al crecimiento y desarrollo lechero, de la que presenta la necesidad de contener al segmento de los pequeños productores.

La mal planteada relación entre productores e industriales, que nos impidió generar un espacio permanente de trabajo común (que no significa de subordinación, sino de trabajo común). Y la resistencia a desenvolvernos con una auténtica visión de cadena.

Estas cosas son "más de lo mismo". Sabemos que tenemos mucho que cambiar, y hasta quizá cómo hacerlo. Pero dudamos... ¿Estaremos condenados a repetir aquel mito de Sísifo, de tener que hacer siempre lo mismo una y otra vez? ¿O podremos producir un cambio conducente?

Nosotros invitamos a apostar al cambio, aprender del pasado y percibir las señales del futuro. Eso solo no nos asegura un lugar en el colectivo. Pero no atenderlas nos garantiza quedar afuera del mismo.

Fuente: CAPROLECOBA