Según difundió Télam, la inversión permitió un aumento del 11% anual en la producción de urea granulada, que en 2015 superó el millón de toneladas. "Pusimos en marcha un proceso tecnológico que posibilitó ahorrar un 30% en el consumo diario de energía eléctrica, una reducción en el uso de agua y una disminución del 12% en la emisión de gases de efecto invernadero", describió Marcelo Bertolino, Gerente de Relaciones Institucionales de Profertil, que graficó que esa estrategia favoreció la producción de urea granulada y amoníaco.