A medida que transitan las zonas productoras más ricas de los Estados Unidos, los integrantes de ProFarmerTour (productores y técnicos que relevan la condición de las plantas) no saben si alegrarse por el excelente estado de los cultivos de soja, que apuntan a dejar rendimientos récord, o si preocuparse por el nivel de precios que una cosecha inédita puede dejar como consecuencia.

Sin esa disyuntiva, las pizarras de la Bolsa de Chicago reflejaron ayer bajas de US$ 11,94 y de 10,93 sobre los contratos septiembre y noviembre de la soja, cuyos ajustes resultaron de 366,80 y de 358,44 dólares por tonelada. Durante la rueda, los fondos de inversión especuladores liquidaron unos 15.000 contratos, equivalentes a poco más de 2 millones de toneladas de la oleaginosa.

"Creo que la soja tiene un largo camino para recorrer a la baja", le dijo ayer a la agencia Reuters Bill Biedermann, gerente de la firma Allendale Inc, en Illinois. Y agregó que el cuadro general está marcando que a menos que ocurra alguna locura (mal clima en la época de cosecha, por caso), "el camino más probable es a la baja".

Previo al balance de la primera semana de recorridas -se conocerá hoy-, los integrantes de la gira que releva el estado de los cultivos en el Medio Oeste de EE.UU. confirmaron ayer recuentos de vainas de soja por encima del promedio de los últimos tres años en Illinois y en la porción occidental de Iowa, los dos principales Estados productores estadounidenses de la oleaginosa.

Cabe recordar que el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos prevé la cosecha 2016/2017 de soja estadounidense en un récord de 110,50 millones de toneladas, por encima de los 106,93 millones de la campaña anterior.

Las bajas externas ayer volvieron a repercutir sobre el mercado local, donde las fábricas ofrecieron $ 4000 por tonelada de soja para las terminales de la zona del Gran Rosario, 100 pesos menos que anteayer. El mismo retroceso se advirtió para los puertos de Bahía Blanca y de Necochea, donde los compradores propusieron $ 3900 por tonelada de la oleaginosa. En todos los casos, los volúmenes comercializados fueron escasos.

Por soja de la próxima cosecha, con entrega entre abril y mayo, las ofertas de la demanda oscilaron de 249 a 255 dólares por tonelada.

En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), las posiciones noviembre y mayo de la soja perdieron ayer US$ 6,30 y 3,50, mientras que sus ajustes fueron de 279,50 y de 254 dólares por tonelada.

Por cuarta rueda consecutiva, los precios del maíz cerraron en baja ayer en la Bolsa de Chicago, donde los contratos septiembre y diciembre perdieron US$ 1,57 y 1,67 al terminar la rueda con ajustes de 127,36 y de 130,70 dólares por tonelada. Los fondos de inversión liquidaron unos 10.000 contratos, equivalentes a 1,27 millones de toneladas.

El escenario para el maíz estadounidense es similar al de la soja, con la previsión de una cosecha récord y con cultivos que evidencian un muy buen estado en las principales zonas agrícolas de los Estados Unidos.

A contramano del mercado externo, en el mercado físico local se registró un repunte parcial de los precios del maíz. En efecto, para la zona del Gran Rosario las propuestas crecieron de 2150/2250 a 2200/2300 pesos por tonelada; para Bahía Blanca, de 2200 a 2250 pesos, y para Necochea, de 2250 a 2300 pesos.

El maíz de la próxima cosecha se cotizó a US$ 145 por tonelada para Rosario y a US$ 140 para Necochea, sin cambios, mientras que en Bahía Blanca lo hizo a US$ 143, con un alza de un dólar. En el Matba, las posiciones septiembre y abril sumaron US$ 2,50 y 0,20, en tanto que sus ajustes fueron de US$ 155,50 y de 146,20.

Por tonelada de trigo la demanda pagó $ 2250 para Bahía Blanca, $ 50 menos que anteayer, y $ 2100 para Rosario, sin cambios.