En un año de retracción económica como el actual, el grupo AB InBev, controlante del 25% del mercado global de cerveza y una de las cinco mayores empresas del mundo en productos de consumo, decidió de todos modos encarar un fuerte plan de inversiones en Argentina durante los próximos cinco años. El objetivo es incrementar la producción de cerveza y las plantas de elaboración de gaseosas y de otro tipo de bebidas como aguas minerales e isotónicas. El proceso involucra $ 26.870 millones (u$s 1791 millones al cambio actual), que su filial Cervecería y Maltería Quilmes, desembolsará entre este año y el 2020. La inyección de fondos es una de las más importantes anunciadas este año y es superior a la que el mismo grupo desembolsó entre 2010 y 2015 por u$s 1196 millones (también al cambio actual).

La diferencia se vincula con los contextos políticos y económicos en los que fueron anunciados ambos planes. En el último caso, la demanda estaba sostenida por medidas y subsidios otorgados por el anterior gobierno de Cristina Fernandez. En tanto, ahora, la caída de consumo de cerveza se ubica en 10% y la de gaseosa llega al 17%. Además, el receptor del anuncio fue el presidente Mauricio Macri que se reunió ayer con las máximas autoridades de Quilmes en Casa Rosada, Del encuentro también participaron Francisco Cabrera, Ministro de Producción; Horacio Reyser, asesor en Inversión Extranjera de Presidencia, y Juan Procaccini, presidente de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional. Por Quilmes lo hicieron Carlos Alberto Sicupira, accionista del grupo AB InBev; Marcio Froes, presidente de Quilmes Latinoamérica Sur, y Pablo Querol, vicepresidente de Asuntos Corporativos y Legales de Quilmes. De la inversión total, $ 7300 millones se usarán en mejorar el sistema de retornabilidad de las bebidas apostando a los envases de vidrio retornables. Otros $ 6000 millones se usarán para ampliar y mejorar la cadena de frío, imprescindible en esta industria. También se construirá una nueva planta que se sumará a las 11 que ya controla, incluyendo cervecerías; fábricas de gaseosas; una maltería y una chacra de lúpulo; nueve oficinas de venta directa y nueve centros de distribución.

Este año, se usarán $ 650 millones en la cervecería de Acheral, Tucumán, para duplicar la producción de envasados y la elaboración de cervezas y gaseosas. La obra será inaugurada en breve y generará 500 nuevos puestos de trabajo, según informó la compañía en un comunicado. Habrá además fondos para ampliar y modernizar las otras plantas; para mejora de sistemas logísticos y medioambientales; investigación y desarrollo de nuevas variedades de cebada y lanzamientos de productos. Según Quilmes, aumentará la capacidad de la fábrica de Zárate; expandirá el negocio agrícola para sembrar cebada y lúpulo; lanzarán envases de vidrio retornable como el porrón 340 cc, y apostará a campañas de comunicación e implementará nueva infraestructura para generar energías renovables.

"Seguiremos apostando por el país con inversiones en infraestructura en nuestras cervecerías y plantas de gaseosas y lanzamiento de nuevos productos. Mantendremos las botellas de vidrio retornables para consolidar un posicionamiento cada vez más sustentable", comentó Marcio Froes tras su encuentro con Macri. Por su parte, Pablo Querol agregó que la compañía "reforzará el compromiso de consumo responsable también a través de los envases retornables, fundamentales para la sustentabilidad de negocio de cervezas en la Argentina".

Cervecería y Maltería Quilmes controla el 76% del market share cervecero del país; produce, elabora, distribuye y comercializa cervezas, gaseosas, aguas minerales, jugos e isotónicos en alianza con PepsiCo y Nestlé. Tiene además una dotación de 5745 empleados; una red de 181 distribuidores independientes; exporta a 25 países y forma parte de Anheuser-Busch InBev, con sede en Leuven, Bélgica y que cuenta con un portfolio que supera las 300 marcas y con operaciones en más de 30 países.