Después del conflicto que afrontó el Gobierno con Monsanto debido al pago de regalías por el uso de la semilla Intacta, las preocupaciones en el sector por el uso ilegal de variedades siguen siendo altas. En este contexto, el presidente del Instituto Nacional de Semillas (Inase), Raimundo Lavignolle, enfatizó que la principal demanda que recibe el organismo por parte de los actores de la cadena es "combatir la ilegalidad de la semilla", que en algunos cultivos alcanza al 70%. El funcionario admitió no tener cifras ciertas, pero recalcó que está focalizando su gestión en recabar información sobre el mercado ilegal.

El ministro de Agricultura, Ricardo Buryaile, anunció a fines de junio el envío de un proyecto al Congreso para modificar la Ley de Semillas y que "la industria pueda cobrar la tecnología y el productor pague lo que corresponda o será sancionado". Esta iniciativa, que aún no llegó al Parlamento, buscará atacar este problema y darle mayor presupuesto al organismo encargado del control.

Al exponer en una disertación sobre el tema, en la Exposición Rural de Palermo, el titular del Inase sí reveló el volumen de semilla fiscalizada que existe en el país. En este sentido, contó que en trigo, por ejemplo, entre un 20% y 30% descendiendo en los últimos años se cuenta como semilla comercializada por canales legales. "De cada 100 hectáreas de trigo que se siembran en la Argentina, entre 70% y 80% se siembra con semilla que no ha sido comercializado por canales legales. Pero parte puede corresponder a un uso propio y legal contemplado en la Ley de Semillas", afirmó Lavignolle.

En este sentido, el funcionario reconoció que como organismo de aplicación de la Ley, tienen una "deuda importante en lo que hace a comunicación de la normativa vigente, porque hay prácticas que a veces hacen los productores que creen estar comprendidas dentro de uso propio y no es así", afirmó, aunque también remarcó que el Inase cuenta con un presupuesto de $ 120 millones y que es escaso. "No es una queja, sino que tenemos que ver cómo hacer un uso más eficiente de los recursos. Estamos empezando a obtener información sobre el mercado ilegal de semillas", dijo.

La cartera de Agricultura aprobó recientemente el método para la detección de biotecnologías en soja. Además del convenio que el Inase firmó con la Bolsa de Cereales, la compañía Bioceres comunicó que el Gobierno dispuso la certificación necesaria para la aprobación del sistema de análisis presentado por la compañía para establecer la presencia de granos que contienen la proteína CryIAC en cargamentos o lotes de granos de soja, específica para la detección de la biotecnología Intacta. "Ofrece las herramientas necesarias para la completa implementación de la resolución 207/16, que establece que la toma de muestras y los testeos serán obligatorios en el comercio de granos de soja durante la campaña 2015/2016", especificó.

Números

El volumen del mercado de semillas en el país oscila entre los u$s 1000 y u$s 1200 millones y el maíz es el cultivo más importante. A su vez, las exportaciones se ubican en torno a los u$s 300 millones, un 30% del total. "Tenemos un gran potencial y acceso a mercados internacionales. La Argentina es reconocida como productor de semillas de calidad, sobre todo en maíz, trigo y girasol", afirmó el presidente del Inase.

Según el Registro Nacional de Cultivares, en la Argentina existen, desde el inicio de la Ley de Semillas, cerca de 11.000 variedades de semillas inscriptas, autorizadas para comercializarse, de las cuales la mitad son extranjeras y la otra mitad, nacionales. A su vez, en títulos de propiedad intelectual, existen más de 3000 variedades protegidas, de las cuales 2000 están vigentes a la fecha.