Al menos en el corto plazo, los especuladores se quedaron sin argumentos alcistas en el mercado de soja estadounidense. El muy buen estado de los cultivos y las previsiones de tiempo "amigable" para las plantas durante los próximos quince días sobre el Medio Oeste, en plena definición del potencial de rinde, derivaron ayer en bajas próximas al 2,5% en la Bolsa de Chicago, donde los precios de la oleaginosa completaron la tercera semana bajista consecutiva.

En la plaza de referencia global para el valor de los granos, los contratos agosto y noviembre de la soja perdieron US$ 9,55 y 8,91, en tanto que sus ajustes resultaron de 369,83 y de 363,12 dólares por tonelada. En el balance de la semana estas posiciones resignaron un 6,15 y un 6,53% frente a los precios vigentes el viernes anterior, de 394,08 y de 388,48 dólares.

La caída de las cotizaciones de la oleaginosa se amplía si se toma como referencia el cierre de los negocios del 10 del mes pasado, cuando el mercado -los fondos de inversión especuladores, particularmente- le daba crédito a la posible llegada de La Niña a las zonas agrícolas de los Estados Unidos con su característica principal (en materia agronómica), el déficit hídrico. En aquella jornada los ajustes de las posiciones agosto y noviembre fueron de 432,75 y de 427,24 dólares por tonelada, es decir, un 14,54 y un 15,01% superiores a los actuales.

Si finalmente el clima no presenta escollos para los cultivos, la producción de soja de los Estados Unidos rondaría los 106 millones de toneladas y fortalecería las existencias finales, que quedarían en torno de los 8 millones.

Frente a esto números, que reforzarían la dependencia de las cotizaciones de las compras chinas, generó mucha preocupación el análisis hecho durante la semana por la publicación alemana Oil World, en cuanto a que China podría reducir sus compras de soja en el ciclo comercial 2016/2017 hasta los 81,50 millones de toneladas, frente a los 83 millones de la campaña 2015/2016 y a los 87 millones proyectados por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) en su último informe mensual.

Como dato bajista adicional, ayer la consultora Safras & Mercado estimó un crecimiento del 0,9% de la superficie sembrada con soja en Brasil en la campaña 2016/2017, hasta los 33,49 millones de hectáreas.

El panorama para los precios del maíz estadounidense es aún peor que el vigente para las cotizaciones de la soja, pese al mínimo repunte registrado ayer en Chicago, donde las posiciones septiembre y diciembre sumaron US$ 0,29 y 0,39, al cerrar con ajustes de 131,88 y de 134,54 dólares. En el balance semanal, estos contratos resignaron un 4,90 y un 4,61% frente a los valores vigentes el viernes anterior, de 138,67 y de 141,04 dólares. Así, el cereal completó el quinto segmento comercial bajista consecutivo.

Por su evolución más temprana en relación con la soja, el maíz está muy avanzado en la etapa de polinización, que determinará el potencial de rinde de los cultivos. Y hasta aquí, el clima fue un aliado de las plantas. Tan es así que el USDA ponderó el lunes pasado el 76% de plantas en estado bueno/excelente, frente al 69% de igual fecha de 2015.

Si bien es cierto que tanto la soja como el maíz de los Estados Unidos aún deben superar etapas que podrían afectar el volumen y la calidad de las cosechas (el ejemplo inmediato es la Argentina, con las lluvias de abril, que dañaron cultivos en muy buen estado general), la expectativa de precios hoy dista mucho de la vigente cuando los pronosticadores referentes de Chicago auguraban condiciones de falta de humedad y de temperaturas extremas para el Medio Oeste. Pese a todo, las fuerzas del "mercado climático" aún no deben ser desestimadas y la volatilidad continuará haciéndose presente en las próximas semanas.

En cuanto al trigo, ayer la posición septiembre en Chicago y en Kansas sumó US$ 2,75 y 4,23 al cerrar con un ajuste de 156,25 y de 153,96 dólares por tonelada. La debilidad estructural de los precios y algunas complicaciones para los trigos europeos fueron suficientes razones para que se registraran compras de ocasión.

Urgencias domésticas

En el mercado doméstico la mejor noticia fue el levantamiento de la medida de protesta de los transportistas de granos, justo cuanto las existencias comenzaban a agotarse en las terminales. Por tonelada de soja las fábricas volvieron a ofrecer $ 4100 para la zona del Gran Rosario, sin cambios. En los puertos de Bahía Blanca y de Necochea la oleaginosa se cotizó a 3900 y a 4000 pesos, con quitas de 200 y de 100 pesos, respectivamente.

En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), las posiciones noviembre y mayo de la soja perdieron US$ 9 y 3,50, mientras que sus ajustes fueron de 288 y de 260,50 dólares.

Acerca del maíz, los exportadores más necesitados de mercadería ofrecieron $ 2600 por tonelada para las entregas inmediatas sobre la zona del Gran Rosario, sin cambios. Por entregas en los próximos días las propuestas oscilaron de 2500 a 2400 pesos. Para Bahía Blanca y Necochea los precios se mantuvieron en 2500 y en 2400 pesos, respectivamente.

Las posiciones septiembre y abril del maíz en el Matba perdieron US$ 2 y 1,40, en tanto que sus ajustes fueron de 170 y de 152,10 dólares.

El trigo condición cámara se cotizó a $ 2450 en Rosario y a $ 2300 en Bahía Blanca, con subas de $ 50. Los molinos ofrecieron de 2550 a 4700 pesos, en tanto que en el Matba la posición enero quedó en 159,20 dólares.