Pero los suelos siguen recargados en profundidad, con las napas acechando a pocos centímetros y la perspectiva de El Niño. Para saber cuánta agua se puede esperar, revisamos y consultamos al Dr. Aiello. Mientras tanto, está sembrado el 93% del maíz temprano y los trigos entran espigar, generalizándose los controles de enfermedades.

Setiembre cerró por debajo de los promedios de precipitaciones al rever los datos que van de 1970. Esto ayudó a reestablecer a muchos lotes de posiciones topográficas intermedias y bajas pero los trigos del oeste de la región necesitan agua y, a la vez, hay zonas en Córdoba, como las aledañas a Leones, que siguen con bajos y áreas anegadas. Es una paradoja que la misma agua que hace falta para poner en marcha el ciclo agrícola de los granos gruesos y afianzar el rinde de trigo podría traer serios problemas de excesos.

A nuestra consulta, el Dr. Aiello comentó que “los efectos de El Niño empezarán a hacerse evidentes hacia fines de octubre”. Con los problemas de costos de este año, es importante asegurar las siembras de soja para evitar el doble costo de resembrar. Pero las siembras comenzarán a generalizarse después del 20 de octubre y quedarían a merced del efecto “regadera”. Los datos de octubre muestran que deberíamos recibir precipitaciones en torno a las medias. Pero será un año donde la siembra de la oleaginosa se realice con los temores a las lluvias convectivas y en el que se estará muy pendiente del avance de los frentes de tormentas para cubrir cada lote. Con más costos por el refuerzo de herbicidas residuales ante los lavados, los nuevos productos para malezas resistentes, el gasoil y el flete, producen un impacto significativo en el rinde de indiferencia. La suba interanual en los costos se calcula en 20-30%, por lo que hablamos de un rinde de indiferencia de 22 a 25 qq/ha en campos propios.

El 45% del cultivo de trigo está en encañazón y el 33% en hoja bandera. Los primeros sembrados alcanzan la espiga embuchada (19%) y una mínima porción de lotes está espigando. En este periodo crucial de definición de rindes, la condición del cultivo es buena a muy buena en el 80% de los cuadros. La apariencia del cereal es similar a la campaña pasada, pero en muchos cuadros el nitrógeno escasea, lo que resulta evidente por el color amarillento de las hojas. Las pulverizadoras no descansan y la enfermedad tampoco. Muchos cuadros fueron tratados obteniendo buenas respuestas al control. Los primeros indicios de rindes apuntan a alcanzar los 30 a 40 qq/ha, pero se nota mucha diferencia entre los planteos de alta y baja tecnología en función a los niveles de fertilización. Este factor se trasladaría en grandes desvíos en el rinde medio.

La siembra maicera temprana consigue un avance del 93%. Hay zonas con limitada humedad y otras que fueron bendecidas con una llovizna en la última semana que hizo fluir las labores. Pocos lotes están emergidos pero con un stand de plantas prometedor.