La sequía fue la causa principal, pero no la única. También incidieron la escasez de gasoil al momento de la siembra, el aumento exorbitante del precio de los fertilizantes y la incertidumbre por la falta de cotización a futuro para el cereal. Se recolectaron apenas 480.649 toneladas, un 45 % menos que en el ciclo anterior. En plata, la provincia perdió casi 46 millones de dólares.
Danilo Lima
La producción total de trigo en la campaña agrícola 2008/09 llegó apenas a
480.649 toneladas, es decir 389.636 menos que en el ciclo anterior cuando se
recolectaron 879.285 toneladas.
Los datos están contenidos en el informe final sobre Estimación de Area
Sembrada, Rendimientos y Producción de Trigo Campaña 2008/09 dado a conocer por
el Siber, el Sistema de Información de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.
En términos porcentuales, esta caída representa una merma del 45,39 %, por lo
que la producción triguera provincial se redujo casi a la mitad. Puesto en
valor, según la cotización del trigo de ayer en Dársena ($ 409,60, es decir u$s
118), la provincia perdió 45.977.048 dólares.
CAUSAS. Al analizar las causas de la merma, el informe del Siber enumera las siguientes:
* Atraso en el inicio de la siembra debido a la falta de agua en el perfil.
* Marcada escasez de gasoil en la provincia al momento de la siembra.
* Aumento desmedido en el precio de los fertilizantes fosforados y falta de
financiación para la adquisición de los mismos.
* El conflicto que atravesó el sector agropecuario influyó negativamente en la
cadena de pagos por falta de dinero efectivo.
* La incertidumbre que ocasionó la falta de cotización a futuro para el cereal.
* En el período de macollaje, los productos nitrogenados tuvieron poca
disponibilidad y alto costo, lo que influyó negativamente al momento de su
aplicación.
* Las heladas de septiembre afectaron al cultivo fundamentalmente en el suroeste
provincial donde se había instalado una sequía de dimensiones inusitadas.
* Las precipitaciones acaecidas hacia fines de septiembre y en octubre
favorecieron el noreste provincial, permitiendo una mejora en la condición del
cultivo. Además las temperaturas y radiación solar fueron favorables para el
llenado de los granos; aunque la mayor parte del área triguera presentaba
plantas con pocas espigas por metro cuadrado y de pequeño tamaño, lo que hacía
prever una merma importante en la producción.
* Durante el ciclo del cultivo se produjeron varios eventos de granizo, el
acaecido en fecha 12 de octubre ocasionó pérdidas importantes en lotes de trigo
que estaban espigados. Los departamentos más afectados fueron Diamante y
Victoria.
* La cosecha se inició durante la segunda quincena de octubre y finalizó la
segunda quincena de diciembre.
LA PEOR DEL LUSTRO. Al analizar los números de la última década, la
producción del ciclo triguero 2008/09 es la más baja de los últimos cinco años.
El “piso” de la década se registró en la campaña 2002/03 cuando se cosecharon
387.442 toneladas. En aquella oportunidad, por el contrario, fue el exceso de
lluvias la causa de la baja. El Fusarium, bien lo recuerdan los chacareros,
devastó los trigos, como había sucedido también en el ciclo 2001/02 cuando la
producción fue de 453.053 toneladas.
Lo cierto es que en la actual campaña, por las razones apuntadas, hubo un
“18,36% menos de superficie implantada” y los rendimientos “se posicionaron como
los más bajos del último quinquenio”, remarca el informe del Siber.
RINDES. El rendimiento promedio provincial se ubicó en 2.158 kg/ha.
Paraná, Gualeguay y Diamante —departamentos de gran aptitud agrícola— tuvieron
los rindes medios más bajos de la campaña, y se ubicaron en 1.450 kg/ha, 1.620
kg/ha y 1.640 kg/ha, respectivamente.
El abanico de rendimientos varió 400 kg/ha, los más bajos, y 3.000 kg/ha en
lotes puntuales que recibieron buena cantidad de agua y en donde se aplicó un
buen paquete tecnológico. En algunos lotes, con la mejor tecnología aplicada,
hubo rindes de entre 3.500 kg/ha y 4.700 kg/ha.
Como dato orientativo, consignar el Siber, “al momento de la siembra de trigo el
cálculo de rendimiento de indiferencia para campo arrendado y aplicando una
tecnología media fue de 2.730 kg/ha”.
EVALUACIÓN DE LA PRODUCCIÓN EN EL ÚLTIMO DECENIO
Campaña Area sembrada (ha) Variación (%) Rendimiento (kg/ha) Variación (%)
Producción (tn) Variación (%)
1999/00 306.100 — 1.880 — 518.080 —
2000/01 338.400 10,55 1.859 - 1,12 600.090 15,83
2001/02 424.500 25,44 1.092 - 41,26 453.053 - 24,50
2002/03 247.300 - 41,74 2.673 69,28 650.990 68,02
2003/04 243.500 - 1,54 2.673 69,28 650.990 68,02
2004/05 286.363 17,60 2.817 5,39 806.543 23,89
2005/06 209.720 - 26,76 3.038 7,85 637.074 - 21,01
2006/07 285.740 36,25 2.828 - 6,91 782.960 22,90
2007/08 312.320 9,30 2.829 0,04 879.285 12,30
2008/09 254.993 - 18,36 2.158 - 23,72 480.649 - 45,34
LAS LLUVIAS Y LOS RINDES
En nuestra provincia, según los datos de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, la cantidad de lluvias normales en el período abril-octubre es de unos 520 milímetros. El año pasado, en ese lapso, los departamentos del suroeste provincial recibieron alrededor del 50 % del monto pluviométrico esperado. “Este hecho se refleja claramente en los rindes medios departamentales, existiendo un claro contraste entre los valores obtenidos, por ejemplo, en Paraná y Diamante versus lo detectado en Feliciano, Federal o Federación”, dice el informe del Siber.
La sequía afecta la producción de maíz y sorgo
Los cultivos de maíz se encuentran severamente afectados por la falta de
lluvia. Muchos productores han tenido que resignar sus cosechas, destinando los
lotes para el ensilado de planta entera o para rollos, o directamente los
dejaron en pié secos. El maíz llegó a la floración y llenado de granos -
períodos en los que la necesidad de lluvia es crítica para definir la producción
- con síntomas de severa escasez de agua, lo que provocó muerte de hojas
basales, acartuchamiento de hojas medias y superiores y deficiente formación y
llenado de granos. En efecto, la falta de agua se combinó con días de alta
temperatura y baja humedad ambiente. Situación similar están sufriendo los lotes
de sorgo, a pesar de ser un cultivo que se comporta mejor que el maíz ante
limitaciones climáticas. En muchos casos, los cultivos ya han sido destinados al
pastoreo directo de animales de tambo, cría o invernada.
Muchos productores se verán profundamente afectados en esta campaña, resultando
en una importante caída en la producción provincial de estos cereales. Fuente:
INTA