La falta de lluvias en la mayoría de las provincias del país provocó que varias de ellas declararan la emergencia agropecuaria y que cada vez más funcionarios le reclamen al Gobierno central que disminuya y hasta suspenda por unos meses las retenciones a las exportaciones de toda la producción agraria.

El ministro de Asuntos Agrarios de Buenos Aires, Ezequiel Monzó, se sumó a este pedido público. El funcionario del gobernador Daniel Scioli, alineado al Ejecutivo nacional, reclamó eliminar las retenciones para la zona de la provincia más afectada por la sequía. “En Carmen de Patagones, Villarino, Puán y ese sector del sudoeste hoy no es rentable la producción sin retenciones, así que con retenciones, menos aún”, dijo. La provincia declaró a la zona en estado de desastre agropecuario.

Monzó es un hombre de buena relación con la dirigencia agropecuaria. “Conocemos su punto de vista y ayuda; es importante cuando un ministro dice lo mismo que sufrimos los productores”, dijo a El Cronista el presidente de Federación Agraria, Eduardo Buzzi.

El funcionario tuvo un respaldo inmediato de parte de Scioli. El gobernador consideró ayer que “el campo tiene razón en muchos reclamos que plantea”, mencionó a la sequía y la baja de precios internacionales, aunque consideró que son temas que “se están atendiendo” a nivel nacional. “Mañana (por hoy) vamos a estar con la Presidenta”, dijo, en alusión a los esperados anuncios que Cristina Fernández realizará en Olivos a las 11.30 (ver página 2).

El gobierno bonaerense se sumó a Santa Fe, que reclama seis meses sin retenciones de ningún tipo –entre otros puntos– para paliar la crisis externa y la sequía. “En estos momentos, de los 19 departamentos de la provincia, sólo cuatro no fueron declarados en estado de emergencia agropecuaria”, dijo a El Cronista el ministro de Producción santafesino, Juan José Bertero. Desde mayo de 2008, cuando comenzó la seca, se perdieron en ese territorio unas 300.000 cabezas de ganado, estimó el funcionario, quien agregó que hasta el momento el gobierno nacional desoyó los reclamos provinciales de declarar la emergencia nacional. Córdoba, una de los más fervientes enclaves políticos pro campo durante la batalla por las retenciones móviles, quedó ahora en un segundo plano.

Otras provincias también declararon amplias extensiones de campos en estado de emergencia, lo que implica cierta ayuda en créditos blandos y diferir el pago de algunos impuestos. En La Pampa, 3.700 campos fueron considerados en esa situación, confirmó a DyN el ministro de la Producción, Abelardo Ferrán. En Santiago del Estero, la sequía mató a 40.000 cabezas de ganado en tres meses y otras 220.00 están en riesgo, según datos oficiales. “La situación es realmente calamitosa”, graficaron desde el Ministerio de la Producción provincial. Algo similar ocurre en Chaco –donde ayer cayeron 100 milímetros de lluvia– y Entre Ríos. Sólo Salta y parte de San Luis sobreviven a la inclemencia climática, según Liliana Núñez, responsable de Agro del Servicio Meteorológico.

La sequía afecta las cosechas de soja, maíz y trigo –la peor en 20 años–, además de provocar la muerte de animales y bajas producción en los tambos y pone en riesgo la producción de carne futura, dado que se complica la preñez de las vacas.