“El escenario actual de bajante es preocupante porque tiene dos efectos, por un lado, el aumento de costos y que a nosotros los productores nos llega con descuentos, y, por otro lado, se complican los tiempos para cumplir con los contratos”, expresó al diario La Nación/Nación Media el presidente de la UGP, Héctor Cristaldo.

El referente explicó que con dichas condiciones, la salida de los granos, como ser la soja, en especial, se está volviendo muy lento, afectando tanto a los productos de exportación, pero también los de importación, con lo que se resta competitividad al país debido a la bajante de ríos que impacta en la labor de los productores.

Cuello de botella

Si bien, los números de sobrecostos que estén generando para las exportaciones no está en su campo, aclaró, los que reciben este impacto son los armadores fluviales y exportadores, quienes no están pudiendo cumplir con las fechas de los contratos, que es donde se está dando el “cuello de botella”.

Es por eso que con estas últimas precipitaciones, en gran parte del territorio, esperan que los niveles de los ríos puedan aumentar a los adecuados para la navegabilidad y que las barcazas carguen mayores volúmenes. De lo contrario, si no se liberan los silos también habrá dificultades con el maíz y soja zafriña que todavía se tienen que cosechar el próximo mes, indicó Cristaldo.

Otro aspecto que también está generando complicaciones son las demoras en el paso fronterizo entre Ciudad del Este y Foz de Yguazú, debido a una huelga de trabajadores brasileños que reclaman reivindicaciones sindicales. Esto incide directamente en el retraso de las entregas, puesto que de 700 camiones que solían ingresar, con la medida, apenas pasan la mitad o menos, ralentizando todo el flujo en este punto.