Teniendo en cuenta estos datos, el costo del BCRA por los servicios de la deuda remunerada se ubica en un 5,4% del PBI. Esto equivale a 3,9 puntos menos que en diciembre de 2023, cuando era del 9,3% del producto.

Para entender esta evolución es importante observar tres elementos: en primer lugar, la evolución del stock de la deuda remunerada, que se ha mantenido en niveles similares en relación con el comienzo de mandato; la baja en la tasa de interés; y la moderación de la inflación, que durante diciembre tuvo un salto muy fuerte y desde entonces se ha estado desacelerando.

LA BAJA DE LA INFLACIÓN ABRE LA PUERTA A NUEVAS BAJAS DE TASAS

Una de las primeras medidas que tomó el nuevo gobierno fue la reducción de las tasas que pagaba la deuda remunerada del BCRA. En el caso de la tasa de Política Monetaria, la cual estaba vinculada a las Leliqs, en enero pasó de 133% al 100% de tasa nominal anual (TNA); en tanto que la tasa de los Pases se redujo del 126% al 100% TNA. Luego en marzo hubo un nuevo ajuste en la política monetaria, definiendo que no se iba a proseguir con las licitaciones de Leliqs y estableciendo a los Pases como el instrumento de política monetaria. En este marco, se redujo la tasa de los Pases primero al 80% y, en su última medida, al 70% TNA; equivalente a una tasa mensual del 5,8% y a una tasa efectiva anual (TEA) del 101%. De esta forma, la tasa efectiva anual de política monetaria se ha reducido del 252% en diciembre al 101% en abril, es decir una baja de 151 puntos.

La baja en las tasas de interés en un contexto de crecimiento en la credibilidad y reducción de la percepción de riesgo permitió que se redujeran los pagos de intereses de la deuda sin que creciese la presión sobre los tipos de cambio paralelos. Hoy es creciente la expectativa de que los plazos fijos le ganarán a los dólares libres; aunque no superen la inflación, lo que alienta este tipo de inversión.

Un factor clave en este proceso de baja de tasas fue la reducción de la inflación. Desde diciembre, el IPC LyP viene evidenciando una fuerte desaceleración que lo acercaron a un ritmo de un dígito mensual. En marzo tuvo una suba del 10,6% mensual, mientras que para abril se proyecta un 9,5%. Si bien las actualizaciones de precios regulados están presionando al alza, esto está siendo compensado por la desaceleración en los precios no regulados.

Además, las expectativas de inflación hacia adelante se vienen reduciendo de manera significativa. Si este proceso se consolida, aumentará la probabilidad de que el BCRA realice un nuevo ajuste a la baja de la tasa en mayo.

LOS CAMBIOS EN LA COMPOSICIÓN DE LA DEUDA DEL BCRA

Desde el 10 de diciembre, el stock de deuda del BCRA, considerando las Leliqs, Pases y los BOPREAL, se redujo un 0,5% en términos reales. Además, hubo cambios significativos en su composición; al 10 de diciembre de 2023 el BCRA tenía un stock de deuda que estaba compuesto en un 22% por Leliqs a 28 días y en un 78% de Pases Pasivos a 1 día. Mientras que a los primeros días de marzo el 79% correspondió a Pases y el 21% restante a BOPREAL.

Sin embargo, aún sigue la presión sobre el Banco Central ya que los intereses que se devengan mensualmente representan el equivalente al 16% de la base monetaria. Si bien se han estado utilizando distintos métodos de reabsorción mediante los cuales se evitó un fuerte aumento de la cantidad de pesos en la economía, aún es un problema que el gobierno no ha logrado erradicar.

Fuente: Fundación Libertad y Progreso