Definitivamente, se puede concluir que los volúmenes fueron impactados, es decir, hubo una menor producción en los campos. Estas son algunos de los apuntes que hace notar Vílchez, a pocas semanas –unas tres o cuatro– de que ya no haya mangos en los campos. Pero, ¿cuánto menos se ha producido en Perú?

“Yo diría que estamos en 65% menos de producción respecto a la campaña pasada”, responde Iván Vílchez. “Esta cifra es bastante crítica, especialmente para los agricultores. Definitivamente esta ha sido una campaña que nos deja muchas lecciones aprendidas en distintos ámbitos. En el ámbito técnico, por ejemplo, nos ha enseñado a cómo enfrentar mejor las condiciones cambiantes del clima, cada vez más frecuentes; también a perfeccionar el manejo fitosanitario para poder llegar con una buena calidad a destino. En todo caso, esta campaña nos fortalece, frente al trabajo que hacemos con nuestros agricultores pequeños, quienes tienen una posición de volumen importante dentro del requerimiento de la oferta que presenta Perú”.

No todo ha sido crítico en la campaña de mango peruana a punto de finalizar. “Hemos tenido semanas con precios bastante buenos”, dice Vílchez, “pero la caída de los volúmenes y los costos tan altos han afectado la situación de nuestros pequeños agricultores”.

Lecciones aprendidas

En el invierno pasado, se presentó una baja floración debido a mayores temperaturas en ese periodo. ¿Cómo fue la reacción de las empresas? ¿Se hizo lo correcto? ¿Si se presenta una situación similar este año las empresas estarán mejor preparadas? Iván Vílchez responde: “Las empresas exportadoras tuvimos que esperar la poca fruta que se ofertaba en los campos. Pero ha habido algunas empresas que implementaron otros procedimientos técnicos en los cultivos y lograron conseguir un nivel de floración mayor al promedio, sobre todo en zonas que no fueron impactadas fuertemente por las lluvias. Recordemos que tuvimos 52 días de lluvia, donde cayó, aproximadamente, 1,200 litros de agua por metro cuadrado, debido al ciclón Yaku”.

Vílchez menciona el valle de San Lorenzo, en Piura, como una zona donde no se tiene la opción de drenar el agua fácilmente en los campos, debido a lo accidentado de los terrenos. “Esta es una condición que se repite en muchos de los campos con los que trabajamos. Hay que decir, además, que las temperaturas no fueron favorables para nuestra variedad bandera: el mango Kent”, acota.

El presidente de APEM dice que ha habido algunas empresas que optaron por comprar fruta la poca fruta que había en los campos para resignarse a exportar pocos volúmenes; otras empresas sencillamente no pudieron exportar, afectando además la toma de mano de obra.

¿Si se presentara una situación similar este año las empresas estarán mejor preparadas?

El gerente general de Dominus responde: “Yo diría que esta campaña 2023-2024 nos ha dejado, como dije, muchas lecciones aprendidas, y vamos a tener que trabajar fuerte para ver qué más podemos hacer para actuar mejor en las diferentes etapas fenológicas, cómo podemos intervenir técnicamente para lograr una mejor floración. Los agricultores pequeños, medianos y grandes hoy pueden replicar las experiencias de aquellos que pudieron lograr una mejor floración, y eso es muy bueno porque vamos a estar mejor preparados; los resultados deberían ser distintos a los que tuvimos esta campaña que termina”.

Sostener la calidad

Entonces, ¿cuáles son los retos para el mango peruano este 2024? Vílchez dice que hay muchos, como trabajar intensamente para que los campos se puedan recuperar del estrés de la campaña que termina, del estrés hídrico, sobre todo. “Podríamos tener una campaña, y digo ‘podríamos’ porque todavía es muy temprano para predecir los volúmenes que vamos a tener en esta campaña 2024-2025… Pero los agricultores requieren tanto soporte económico como técnico. En APEM, debo decir, ya hemos empezado a hacer este trabajo de despliegue técnico para la poda, labor que hoy muchos agricultores están realizando; la idea es trabajar en recuperar el potencial de nuestros campos”.

Muchos campos de mango en el Perú están entrando ya a la etapa de poda, algunos ubicados en el Valle de San Lorenzo, otros en la zona de Cieneguillo, que se ubica también en el norte, en Piura. “En la zona de Lambayeque muchos campos ya están terminando, otros ya terminaron y están esperando la fecha en la que normalmente podan; en Casma ya casi están terminando la campaña y empezando también la poda, para conseguir mejores yemas en la campaña que se viene. El reto es darle la mejor condición al árbol, hacer que pueda asimilar los nutrientes necesarios”.

Inauguración de la primera estación meteorológica en el campo de un socio de APEM.
Iván Vílchez, presidente de la Asociación Peruana de Productores y Exportadores de Mango (APEM) y gerente general de Dominus, dice que el pequeño y mediano agricultor debe de contar no solo con el soporte de las empresas sino también del Estado, con el objetivo de alinearse todos en un buen manejo técnico que le permita, al sector, obtener mejores resultados esta campaña.

“Ha sido una campaña con muchas enseñanzas, con muchos problemas de calidad, eso hay que decirlo. Se han tenido problemas de calidad al inicio de la campaña por cosechar fruta que todavía no estaba en la condición de calidad para ser cosechada. Luego también hemos tenido algunos problemas de calidad debido a asuntos fitosanitarios, eso se ha podido evidenciar en las llegadas a destino… En suma, el principal objetivo es trabajar mucho para poder lograr la calidad que caracteriza al mango peruano, esa que nos ha posicionado como el mejor mango del mundo”.