Entre el 11 y el 21 de marzo de 2024 se llevará a cabo la 38° Conferencia Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura para América Latina y el Caribe (LARC 38) con el propósito de debatir sobre los progresos, retos y prioridades relacionadas con la alimentación y la agricultura en la región, para promover la coherencia regional en el establecimiento de políticas públicas de carácter global.

LARC 38

Por decisión adoptada por los países miembros de la FAO en la región, en el 37° conferencia regional, realizada en 2022, en Quito, Ecuador, esta edición de la LARC se efectúa en Guyana, que recibe a 33 a los ministros de Agricultura y demás representantes de los gobiernos de los países miembros de la FAO en América Latina y el Caribe. Esta concurrida asistencia con la que cuenta la conferencia evidencia el alto interés y compromiso de los países miembros de la FAO por impulsar esfuerzos regionales para combatir el hambre y la malnutrición.

Por Venezuela participa en la conferencia una delegación de 26 representantes del gobierno nacional, encabezada por el ministro para Agricultura Productiva y Tierras, Wilmar Castro Soteldo, y Marilyn Di Lucca, embajadora, representante permanente designada recientemente ante FAO.

En la cita también están presentes observadores representantes de organizaciones regionales, internacionales, de la sociedad civil y del sector privado, academia e instituciones de investigación, parlamentarios y Estados no miembro.

Alexis Bonte, representante de la FAO en Venezuela, afirma que la conferencia regional es fundamental para garantizar la eficacia de la labor de la organización al servicio de los Estados miembros, y también para definir las áreas prioritarias de trabajo para cada bienio.

–¿Qué es la LARC 38?

–La 38° Conferencia Regional de la FAO para América Latina y el Caribe es un espacio de diálogo y discusión técnica y política al más alto nivel sobre los progresos y desafíos en el continente en pro de combatir el hambre y la malnutrición. El proceso «Quito a Georgetown», como se le ha llamado al paso de una conferencia a la otra, se ha constituido en un mecanismo para consensuar y consolidar acciones que se adapten a una nueva dinámica regional, y avanzar en la transformación de los sistemas agroalimentarios bajo un esfuerzo continuo, dinámico y sostenido, con una fuerte coherencia de una visión presente y futura.

–¿Qué acuerdos y/o planes regionales se esperan alcanzar en la próxima LARC 38?

–La LARC 38 es la instancia donde los países de la región definirán las prioridades de la organización para los próximos dos años. Actualmente debemos caminar hacia la transformación de sistemas agroalimentarios más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles, que permitan alcanzar las cuatro mejoras del marco estratégico de la FAO. También, en la LARC 38 se abordará cómo las iniciativas globales de la FAO se han consolidado en la región: la Iniciativa Mano de la Mano, la Iniciativa 1000 Aldeas Digitales, Un país Una prioridad. Iniciativas que impulsaron procesos de innovación, nuevos usos de tecnología, una mayor gestión de datos y nuevas alianzas.

Mejoras de la FAO

–¿Cuáles y qué son las cuatro mejoras de la FAO?

–Mejor Producción, Mejor Nutrición, Mejor Medio Ambiente, para una Vida Mejor. La conferencia sintetizará las líneas de trabajo de la FAO bajo cuatro prioridades regionales. Son cuatro dimensiones interconectadas que buscan alcanzar la transformación de los sistemas agroalimentarios. La prioridad 1 refiere a producción eficiente, inclusiva y sostenible, lo que tiene que ver con Mejor Producción; la segunda prioridad está relacionada con poner fin al hambre y lograr la seguridad alimentaria y la nutrición, que no es otra cosa que procurar una Mejor Nutrición. La tercera prioridad está dirigida a la gestión sostenible de los recursos naturales y adaptación al cambio climático, Mejor Ambiente; y la última prioridad busca reducir las desigualdades y la pobreza, y la promoción de la resiliencia, lo que se refiere a alcanzar una Vida Mejor para todos.

–¿Por qué debemos transformar los sistemas agroalimentarios? ¿Cómo estamos en América Latina en esta materia?

–Es una necesidad para acelerar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, orientado a lograr sociedades libres de hambre, pobreza y desigualdad en la región. De acuerdo con las últimas estimaciones de la FAO, en 2022 el 6,5 % de la población de América Latina y el Caribe padecía hambre, que representó 2,4 millones de personas menos que en 2021. Pero la situación sigue siendo crítica, el hambre continúa afectando a 43,2 millones de personas en la región; por ello debemos seguir trabajando por lograr las igualdades y erradicar el hambre y la pobreza.

–¿A qué se debe esas desigualdades?

–Al acceso limitado a recursos y servicios, la pobreza, las secuelas de la pandemia, y los conflictos; así como a las catástrofes relacionadas con el clima, entre otros factores. Todo eso está afectando los ecosistemas de los que dependen la producción de alimentos y los medios de vida de las comunidades agrícolas, y amenazan los esfuerzos por garantizar la seguridad alimentaria, la nutrición y la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios. El 2024 podría representar un año decisivo para América Latina y el Caribe para avanzar en sus esfuerzos de combatir el hambre y la malnutrición y lograr sistemas de producción más resilientes y sostenibles. Durante 2023, hemos consolidado un profundo proceso de alianzas, consensos y diálogo que próximamente serán parte de la Conferencia Regional de la FAO.