Con el objetivo de fortalecer la competitividad de la horticultura regional, mediante la incorporación de prácticas sostenibles que permitan la producción de hortalizas de calidad, inocuas y con valor agregado, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA Intihuasi, a través del Programa Territorial Integrado PTI Hortícola, financiado por Corfo y ejecutado por Gedes, está realizando una serie de talleres relacionados a prácticas sostenibles.
Es así como INIA comenzó a ejecutar algunas iniciativas, como asesoría especializada en producción hidropónica de hortalizas, validación de bioinsumos en producción hortícola y la capacitación en monitoreo, selección de plaguicidas y calibración de equipos para estos fines.

Cornelio Contreras, investigador de INIA Intihuasi, sostuvo que con estos talleres se busca que 45 agricultores pertenecientes al programa, quienes provienen de Pan de Azúcar, Las Cardas y Alfalfares, aprendan estas técnicas sostenibles. “La idea fue formar grupos de extensión para hacer talleres de capacitación en hidroponía. En estos talleres tenemos una parte teórica y una práctica con participación activa de los usuarios, ya que dentro de los productos está considerado el establecimiento de seis módulos de producción hidropónica en sistema de raíz flotante para seis usuarios de esta iniciativa, por ende, todos los usuarios que participaron de las capacitaciones aprendieron a armar, habilitar y operar los sistemas”.
Contreras destacó además el interés de las y los beneficiarios, “los agricultores están interesados, ávidos de aprender, lo ven como una alternativa productiva con alta eficiencia en el uso de la cada vez más escasa agua y que es una tecnología fácil y cómoda para trabajar”.

Pedro Hernández, gestor del PTI hortícola de la Región de Coquimbo, indicó que con el programa busca desarrollar una horticultura sustentable y sostenible, destacando que en el último de los talleres las y los usuarios se interiorizaron con el uso de bioinsumos, “el desafío que tenemos es acercar a los productores a distintos tipos de bioinsumos para que ellos los vayan conociendo, viendo en terreno la factibilidad de su aplicación. Los resultados muestran que los bioinsumos tienen un potencial bastante grande en relación a las aplicaciones tradicionales que se hacen en las hortalizas”.

El director (S) Regional de Corfo, Gustavo Dubó, acentuó que para alcanzar un modelo de desarrollo productivo sustentable es necesario promover una transformación “basada en el conocimiento y el talento de las personas, que incorporen mejoras en la gestión, resuelvan problemáticas que afecten su capacidad productiva, desarrollen capital social o una estrategia de negocio que mejore su oferta de valor o acceder a nuevos mercados”.
Para Fernanda Cabezas, agricultora de Pan de Azúcar, aprender sobre estos temas, “es superbueno, porque uno ve las diferencias que, entre lo natural, por así decirlo, y lo químico y uno puede ver en vivo la diferencia que se notan bastante para poder aplicarlo uno en su trabajo”.

Sobre los sistemas hidropónicos, Helia González, productora de hortalizas y flores indicó que, “considerando la situación hídrica que tiene nuestra región es importante conocer como poder manejar cultivos que nos benefician en todo aspecto, porque podemos utilizar nuestra producción para el autoconsumo y para lograr poner en el mercado un producto de muy buen nivel productivo”.

Es importante mencionar que el PTI busca incorporar prácticas sostenibles e innovadoras, que permitan el uso más eficiente de los recursos productivos y una mayor diversificación y valor en la horticultura regional apoyando la inserción de los productores en nuevos circuitos comerciales de mayor valor, fomentando la asociatividad.