Gastón Cruz, propietario de la Bodega artesanal Don Milagro, en Purmamarca, entre hoy y el martes intervendrá en el Slow Wine Fair, la única exposición internacional de vinos dedicada al vino bueno, limpio y justo, en Bolonia, Italia.

La feria prevé el segundo encuentro de Slow Wine Coalition, una red inclusiva, colaborativa e internacional donde reunirá a los protagonistas del mundo del vino: enólogos, entusiastas y profesionales de la industria, en un debate siguiendo los pasos de Terra Madre.

Esto significa que durante los tres días, cientos de productores de Italia y del resto del mundo se reunirán en esa ciudad para discutir el futuro y la elaboración del vino, uniendo fuerzas para escribir su visión colectivamente.

Pero la nueva edición no será sólo para enólogos y viñateros, los entusiastas y profesionales de la industria podrán acceder a un programa de Masterclasses y elegir entre miles de etiquetas de todo el mundo seleccionadas por Slow Food. Esta última parte se verá enriquecida por la participación de Federbio, la Federación Italiana de Agricultura Orgánica y Biodinámica.

El purmamarqueño viajó invitado con las expectativas de intervenir en una convocatoria que posee una mirada diferente de la actividad vitivinícola, "tiende a la conservación del medio ambiente, a una producción más natural, relacionada con la cultura de la región y es lo que me motiva", especificó Cruz.

Son esas cualidades a las que actualmente la producción vitivinícola apunta, "hay establecimiento de grandes volúmenes de producción que se ven obligados a ciertas prácticas mucho más sofisticadas, uso de herbicidas y fertilizantes sintéticos. A pesar de ello, va tomando más fuerza el cuidado del medio ambiente y una producción natural más acotada".

Durante su presencia en la feria, el bodeguero presentará su vino Pueblo Rojo (Blend de guarda, Malbec - Cabernet Franc, 2022) y las dos líneas de Carnaval (Torrontés y Uvas criollas).

La presentación de sus elaboraciones se producirá en un espacio que también estará dedicado a bebidas espirituosas y licores, y aparte, un área para socios de sostenibilidad, ofreciendo soluciones tecnológicas, herramientas y servicios para el mundo del vino.
Cruz será uno de los 900 productores de vino que confirmaron su asistencia al Slow Wine Fair, quienes llegarán desde diferentes lugares del mundo, pero principalmente de Europa, "con una tendencia de volver a lo natural. Seguramente habrá vinos de excelente calidad, franceses, españoles, e italianos; de Latinoamérica van vinos de Chile, pero yo voy a aprender y conocer más sobre el mundo del vino, que no tiene fin", aclaró.
Además de hacer conocer su bodega Don Milagro, Cruz promocionará la actividad vitivinícola en la Quebrada, como presidente de la Asociación Bodegueros Quebrada de Humahuaca.

"Debemos mostrarnos más al mundo. Aunque la vitivinicultura de Jujuy ya tiene unos ojos puestos en ella por sus características singulares de producción. Tenemos que hacerla conocer más para que los amantes del vino del mundo lleguen hasta la Quebrada".
A través de la producción y el consumo de un tipo de vino, se pretende influir en el futuro de la vinificación. El mundo del vino aún depende en gran medida del uso de productos químicos, y el crecimiento de los monocultivos está dañando la biodiversidad de los terruños más prestigiosos.

Movimiento que celebra vinos producidos con respeto por la tierra y las tradiciones
Características únicas de los vinos en Slow Wine Fair: en la feria, los vinos destacan por su autenticidad y su conexión con el terroir. Estos vinos son el resultado de un compromiso con prácticas ecológicas, desde el cultivo hasta la elaboración. Aquí, la historia y la pasión se entrelazan en cada botella. Catas y encuentros con productores: uno de los atractivos principales son las catas dirigidas por sommeliers expertos. Estas sesiones ofrecen una oportunidad única para degustar vinos excepcionales y aprender directamente de los productores sobre sus métodos y filosofía. Talleres y seminarios: además de las catas, la feria ofrece una variedad de talleres y seminarios. Estos eventos educativos cubren temas como la viticultura sostenible, las tendencias en el mundo del vino, y el arte de la degustación.

Promoción de la sostenibilidad en la industria vitivinícola: la feria no solo es un evento para disfrutar de buenos vinos, sino también un motor de cambio en la industria. Al destacar la importancia de la sostenibilidad, esta feria impulsa a productores y consumidores hacia prácticas más respetuosas con el medio ambiente. Una ventana a la cultura del vino: más allá de la degustación, la feria es un escaparate de la rica cultura del vino. A través de sus eventos, la feria celebra las historias y las personas detrás de cada botella, conectando a los visitantes con la esencia del vino.

Un evento imperdible para amantes del vino: es una experiencia inolvidable para quienes buscan vinos auténticos y sostenibles. Este evento no solo ofrece la oportunidad de degustar vinos excepcionales, sino también de aprender, interactuar con productores y sumergirse en la cultura del vino. En resumen, Slow Wine Fair es mucho más que un evento; es un movimiento que celebra y promueve vinos producidos con respeto por la tierra y las tradiciones. A través de sus catas, talleres y seminarios, invita a explorar el mundo del vino de una manera más consciente y sostenible.

Fuente: El Tribuno