La producción global de soja, se proyecta en un volumen récord de 386 millones de toneladas. Este número representa un aumento del 7% es decir de 25 millones, respecto al año anterior.

Tal aumento respondería a las buenas perspectivas productivas en Argentina, que pasaría de 23 millones de la anterior campaña a 48 millones.

Con respecto al coloso de Brasil, la proyección muestra aumento de 161 a 163 millones.

Tales mejoras productivas, en principio, compensarían la baja en la producción de EE. UU. estimada en un 3% de 116 a 112 millones.

Ahora bien, la pregunta pertinente es ¿hasta qué punto son confiables estos datos?

Cada vez hay más dudas al respecto.

La razón está en que las perspectivas de producción se están modificando, no por lo que proyecta el USDA o la Conab sino por distintas organizaciones de Brasil.

Los operadores comerciales estiman que la producción sería más reducida, cercana a 140 millones de toneladas.

Si se cumpliera ello, el mundo no tendrá una producción récord.

Es muy razonable el enojo de los productores brasileños, que estiman una producción menor a la del USDA y de la Conab, pues toda sobreestimación de la producción presiona a la baja las cotizaciones lo que va en desmedro de la rentabilidad.

De hecho, Aprosoja habla de solo 135 millones. En tanto, los tours de cultivos de los estimadores privados en pocos días actualizarán sus proyecciones.

Desde este punto de vista, la posibilidad de mejora en el precio está presente.

Pero hay un elemento negativo. Los analistas anticipan una reducción en las compras de soja por parte de China, dado los márgenes negativos en la molienda de soja y en la industria de la carne porcina.

Lo que realmente importa es qué va a pasar en Brasil, pues es muy probable que la producción quede por debajo de 145 millones.

Además, los fondos de inversión, para la soja en Chicago, siguen en una posición sobrevendida que ronda en 7 millones de toneladas, fenómeno nunca visto en los últimos cuatro años.

En vista de la fuerte declinación de los precios en Chicago, especialmente a lo largo de la semana pasada, el mercado no acusa recibo de esta posibilidad.

Para muestra, un botón: desde noviembre a la actualidad, las bajas en los precios internacionales llegan a cerca de USD70 por tonelada. Terrible.

Así las cosas y por más que la demanda de China venga en baja, es posible que los precios reboten.

Más aún si las tasas de interés en EE.UU. finalmente comienzan a bajar.

Así están las cosas. Al menos, este lunes el mercado fue un poco más favorable. ¿Puede ser el comienzo de una nueva tendencia?

Lo seguimos en el siguiente capítulo…