El “efecto sequía” se notó a pleno en la recaudación de impuestos de julio. El mes pasado la AFIP cosechó 293.894 millones de pesos, apenas un 23,8% por encima que en julio de 2017. Como en ese lapso la inflación fue de casi el 30%, la recaudación cayó 6 puntos porcentuales en términos reales.

El motivo principal de esta retracción fue el desplome de los ingresos por derechos de exportación (retenciones), reflejo directo de las menores exportaciones del complejo sojero. Es que por culpa de la sequía, la cosecha entregó 8.000 millones de dólares menos.

La recaudación por Comercio Exterior se ubicó en $17.321 millones, al registrar un aumento del 24,9% interanual.

Los Derechos de importación aportaron 66,9% más, en línea con el salto del dólar del 60% en un año.

La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) informó además que en el desempeño del mes tuvo que ver que se registraron menos días hábiles que en julio de 2017.

Los tributos ligados al consumo exhibieron una buena dinámica: el Impuesto al Valor Agregado (IVA) aumentó un 42,4% ($91.454 millones).

Por tributos a la Seguridad Social se recaudaron $89.033 millones, con una suba del 21,2 por ciento. En este caso incidió el efecto de la reforma tributaria, que restó 3 puntos porcentuales por el mínimo no contribuir patronal