Después de una serie de desencuentros, entidades del agro, el Gobierno y la industria semillera buscaron remontar las negociaciones para que pueda haber una nueva ley de semillas, ya que la actual viene desde 1973 cuando la soja apenas existía y no estaba la biotecnología agrícola.

En una reunión encabezada por el ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, estuvieron en esa cartera oficial las cuatro entidades gremiales del agro (Coninagro, Sociedad Rural Argentina, Federación Agraria Argentina y Confederaciones Rurales Argentinas), las dos organizaciones técnicas (Aacrea y Aapresid), el INTA, la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA), Ciara-CEC y el Inase. También estuvieron, entre otros legisladores. los diputados Pablo Torello, Cornelia Schmidt Liermann y el presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara baja, Atilio Benedetti. Es decir, estaban todos los actores que debían estar por este tema.

Hace unas semanas, la mesa por las semillas que se formó el año pasado y avanzó en consensos entró en crisis cuando Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) anunció que iba a presentar un proyecto propio con el aval de Federación Agraria Argentina. Las diferencias venían en torno de si la ley debe ser de orden público y cómo llevar adelante el pago para el uso propio, es decir, la semilla de trigo o soja que un producto se guarda de una cosecha para usar en la siguiente campaña de siembra.

Para destacar, todas las entidades estarán trabajando juntas por semillas. El 6 del mes próximo volverán a Agroindustria con los puntos donde están de acuerdo y donde hay discrepancias y luego, a fin de julio, irán directamente al Congreso para que luego los legisladores hagan su trabajo para tener una nueva ley de semillas.

"Se va a hacer un listado de consensos y otro de disensos; después los diputados harán un proyecto", señaló Dardo Chiesa, presidente de CRA. "Vamos a trabajar para ver si nos ponemos de acuerdo y si no nos ponemos de acuerdo fundamentar las disidencias", agregó el ruralista.

Apoyo

Según trascendió, la idea es que el proyecto que pueda prosperar tenga el acompañamiento de la mesa que se formó para el tema de semillas. De ahí que cobra relevancia, primero, el plazo de trabajo de un mes que se fijaron las distintas entidades.

"Nos tomamos plazo hasta fin de julio y el desafío es tener todo cerrado para que los diputados puedan hacer el trabajo para un proyecto", apuntó Alfredo Paseyro, gerente general de ASA. Paseyro destacó que en un misma mesa se hayan sentado desde las entidades hasta el Poder Ejecutivo y los legisladores nacionales.

Ante una consulta de La Nacion, una fuente de la cartera de Agroindustria señaló que hubo "buen diálogo y buen clima" en la reunión por semillas.

La fuente de Agroindustria agregó que el objetivo es avanzar hacia un proyecto definitivo para que los mismos legisladores puedan trabajar sobre entendimientos entre los diferentes actores vinculados con el negocio de la producción agrícola.

Por: Fernando Bertello