Las recientes precipitaciones han mostrado un despliegue significativo en la provincia de BA, principalmente sobre el este, donde se han sumado registros que superaron la barrera de los cincuenta milímetros, con áreas reducidas donde los registros han sido mayores. Este comportamiento se modificó cuando el sistema frontal ingresó a las provincias del centro. La mayor parte de los reportes que provienen del este de CB, SF y ER, en general promedian los diez milímetros, con escasas excepciones y en general con predominio de valores aún más modestos.

Está claro que con las lluvias recibidas en los primeros diez días del mes, gran parte de la zona triguera tributaria de Rosario, ya tenía los perfiles en condiciones como para arrancar sin limitantes la fina. En todo caso se esperaba el oreado de los suelos para el arranque. Estas precipitaciones han consolidado la humedad superficial, pero difícilmente resulten problemáticas a la hora de comenzar a sembrar en el corto plazo. Es decir no se han producido excesos y si bien el sistema de mal tiempo aún no ha terminado de transitar por la zona central, desde el sur comienza a avanzar una masa de aire frío y seco que seguramente favorecerá mucho a la optimización de la humedad en la cama de siembra.

En el mapa que acompaña este texto, vemos como gran parte de las zonas trigueras principales tienen demanda nula para las próximas dos semanas.

O sea podríamos transitar casi toda la primera quincena de junio sin lluvias y los perfiles no acusarían el deterioro en las reservas.

En este sentido, los productores que ya han decidido avanzar con las siembras, tienen que estar muy atentos al pronóstico de corto plazo para poder concretarlas. En cuanto los suelos se oreen y las condiciones de piso lo permitan, posiblemente se vea un importante aumento en la actividad de siembra.

Los sistemas precipitantes no han sido suficientes como para recuperar zonas de LP y el norte de CB. Vemos que en estas provincias o en parte de ellas, la demanda de precipitaciones sigue siendo elevada y la época ya no favorece tener grandes expectativas respecto de la posibilidad de satisfacer estos requerimientos pluviales. Por el contrario, sobre el este la demanda en prácticamente nula, algo crece hacia el norte pero no de manera significativa. Justamente en esta época del año es natural que las lluvias se recuesten sobre el este y si el comportamiento de junio se acera a la distribución normal de precipitaciones, es posible que el gradiente hídrico entre el este y el oeste se vea fortalecido. En la primera quincena de junio es más probable que llueva donde no hace falta, por lo cual hacemos hincapié en estar atentos a las oportunas ventanas de buen tiempo para avanzar con las siembras.