Los mismos estuvieron presionados por una toma de ganancias por parte de los fondos de inversión así como también por mejores condiciones climáticas para los cultivos en EE.UU. Los temores de que se produzca un conflicto comercial entre EE.UU. y China continúan pesando sobre los precios.

Los temores ante una eventual guerra comercial entre Estados Unidos y sus principales socios comerciales pesaron sobre los precios de las commodities agrícolas. El presidente de EE.UU luego de anunciar la imposición de aranceles a la importación de acero y aluminio firmó un memorándum esta semana para imponer aranceles a las importaciones de productos provenientes de China. Como respuesta al memorándum, China informó que está dispuesto a aplicar similares medidas a las importaciones provenientes de EE.UU., entre ellas a la carne de cerdo y al etanol.

Esta posible guerra comercial genera temor en el mercado porque China podría intentar reducir el nivel de compra sobre EE.UU. En el caso de la soja, el 60% de las exportaciones de soja de EE.UU se dirigen a este destino y una menor demanda llevaría los stocks a un nivel más elevado del que actualmente se encuentran, siendo una noticia bajista para el mercado. Sin embargo, se estima que China importará 100 mill.tt. en el ciclo 18/19 (+3 mill.tt. más que este) y necesita aunque sea una cuota importarla desde Norteamérica. Por otro lado está noticia toma a los fondos comprados en las commodities lo que incentiva a una salida de las posiciones, generando bajas y volatilidad en el mercado.

A su vez los operadores ya están expectantes ante las estimaciones de intención de siembra de Estados Unidos para la campaña 2018/19, que serán publicadas por el USDA el jueves 29 de marzo. Al momento, la relación de precios entre las posiciones de cosecha norteamericana - soja nov-18 y maíz dic-18- es de 2.59. Cabe señalarse que cuando este ratio se ubica por encima de 2.5 los productores se inclinan por sembrar una mayor área con soja en detrimento de maíz. En este sentido, la consultora Informa publicó su estimación de área sembrada para EE.UU. proyectando 37 mill.has. de soja, lo que representan 503 mil ha más y unas 35,98 mill.has. de maíz con una caída de 600 mil ha. Estas tendencias traslucen un sentimiento más alcista para los precios del maíz que de la soja.

De este modo, la atención ya deja de ser Sudamérica. Las mermas productivas en nuestro país ya se ven descontadas en nuestros precios y ahora la atención pasa al hemisferio norte. Esta semana igualmente volvimos a ver un recorte en las estimaciones a nivel local. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyecta ahora la producción de soja en 39,5 mill tt. en sintonía con la Bolsa de Comercio de Rosario debido a los efectos de la sequía que golpeó a la Argentina en esta campaña. Cabe señalarse que la cosecha de soja argentina no cae por debajo de esta cifra desde el ciclo comercial 2008/09.

En cuanto al maíz, las estimaciones de producción para nuestro país se ubican en 32 mill.tt. con un avance de la cosecha del 13.3% a nivel país. Cabe señalarse que los rindes son muy dispares, y dependen mucho de la situación de humedad de partida y el nivel de la napa en cada zona. Los lotes tardíos y de segunda, están en etapas clave de definición de rendimientos con condiciones secas. Por ello los rindes que se están reportando todavía no son finales, y de no llover pronto podrían ser peores. Por otro lado las temperaturas que ya están bajando podrían limitar el desarrollo de los cultivos. En este sentido, la Bolsa de Cereales informó que el 88.7% del maíz tardío se encuentra en condición regular a mala.

Esta semana vimos un mayor número de camiones de soja que de maíz por primera vez en lo que de la cosecha y con cierto adelanto con respecto al año pasado. Para el maíz vimos una presión en los precios locales desde comienzos de marzo superior al 6% por el aumento de camiones descargados. Ahora que la trilla se va a enfocar en la soja la gran pregunta es si con la merma productiva veremos una presión en los precios. Se cree que en los próximos quince días va a existir una gran entrada de mercadería ligada a compromisos de ventas ya asumidos.

De este modo teniendo en cuenta las perspectivas tanto externas como internas es que existe un escenario más favorable para el maíz que para la soja. Con los valores actuales se recomienda tomar un nivel de venta del 40% para ambos productos y además en el caso de la soja complementar con pisos sobre la posición noviembre. Ahora el próximo hito de volatilidad va a ser el clima norteamericano, y los pronósticos climáticos muestran lluvias por encima de lo normal con lo que conviene ingresar cubiertos. Aunque acá vaya a existir una menor oferta, en el caso de la soja, las industrias van a priorizar su margen el cual está atado a las cotizaciones de la harina y el aceite de soja en Chicago.

En el caso del maíz, el único punto extra a tener en cuenta es que el mercado local en lo que va del año subió un 15% más que el mercado de Chicago en el caso de la posición julio y un 18% en el caso de diciembre. Con los valores actuales locales los exportadores están a contramargen en las posiciones diferidas con lo cual de existir una suba a nivel externo podríamos no copiarlo en su totalidad. Por otro lado con las mermas productivas es de esperar que este año se vuelva a ver una puja entre la exportación y el consumo interno, a diferencia del año pasado que existía un gran excedente de mercadería.

Finalmente, en el caso del trigo, las mejores condiciones climáticas observadas en la región del mar Negro y en las planicies norteamericanas pesaron sobre los precios del cereal. Tras semanas de registrarse clima seco en las planicies del sur de EE.UU., el cual afectaba la condición del trigo duro rojo de invierno, comenzaron a observarse precipitaciones. De acuerdo al USDA, solo el 11% de los cultivos de trigo de invierno se encontraba en condición buena a excelente en el Estado de Kansas (principal estado productor de trigo de invierno en EE.UU.). Además, la existencia de abundantes stocks mundiales del cereal continúa actuando como un ancla en los precios.

El mercado local sin embargo se encuentra traccionado por una exportación que ya lleva compradas más de 9 mill. de tt.. con un con un ritmo por encima del promedio y un line up que se concentra en Brasil. Restando comercializarse 5,6 mill.tt. la puja por la mercadería despertó a los molinos y propició una suba de precios a nivel local. Estos valores disponibles son compatibles con la capacidad teórica de pago de los exportadores.

Por otro lado, en lo que respecta a la nueva cosecha, los precios que llegaron a tocar los US$200 cerraron el viernes en US$185 en el MATBA. Esta baja se vio justificada en el fas teórico que se ubica para la nueva campaña en US$186. Además a pesar de que los valores eran atractivos el nivel de oferta era menor a la esperada. El motivo es que existe una gran incertidumbre en lo que respecta al área que va a estar disponible para la siembra, porque se necesita una mayor humedad en los suelos.

Fuente: Centro de Gestión Agropecuaria