En forma gradual, coherentes con el ritmo que el Gobierno le ha impuesto al repunte de la economía, las cifras de empleo empiezan a mostrar una leve recuperación: según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos ( Indec ), en el cuarto trimestre de 2017 hubo una tasa de desocupación del 7,2%, lo que implica un descenso con relación al mismo trimestre del año anterior, que había sido del 7,6%. Esto fue posible porque, según informó el organismo, 433.000 personas consiguieron trabajo en ese período.

Fuentes cercanas al Ministerio de Hacienda, que dirige Nicolás Dujovne , señalaron: "Esta es la tasa de desempleo más baja desde que comenzó la serie en 2003. La tasa de ocupación fue 43%, 1,1 puntos porcentuales mayor que un año atrás. Este es el mayor incremento interanual desde que comenzó la serie en 2003", insistieron. Pero atención con este dato, ya que, tal como aclaró el propio organismo, no se tomó en cuenta el período entre el primer trimestre de 2007 y el tercero de 2015, durante el cual el Indec estuvo intervenido por Guillermo Moreno y "las series deben ser consideradas con reservas".

El tema del desempleo está lejos igual de dejar de ser un problema en la Argentina: en los 31 aglomerados analizados por el Indec aún hay 2.231.000 desempleados y subocupados (17,4% de la población económicamente activa). Esto, extrapolado a la totalidad del país, arroja la cifra de 3,4 millones con problemas de empleo (1,4 millones de desocupados y el resto, subocupados).

Jorge Colina, economista de Idesa, opinó que otro punto positivo del dato publicado por el Indec es que la cantidad de gente que se incorpora al mercado de trabajo fue mayor al aumento de la población, algo que no se ve hace tiempo. "En efecto, la población urbana de los 31 aglomerados urbanos aumentó en 284.000 personas, mientras que la población económicamente activa (la que trabaja o busca trabajo) aumentó 421.000 y, por último, el empleo aumentó en 433.000 personas (cuarto trimestre de 2017 contra igual período de 2016)", precisó el analista.

Esto, según Colina, evidencia que el mercado laboral se empezó a mover positivamente. En 2018 incluso podría haber otro aumento, porque va a ser el segundo año consecutivo en que la economía va a crecer desde 2011. "Dentro del aumento del empleo, lo que habría que esperar es que se incremente el empleo formal, ya que empezó a operar la reforma fiscal aprobada en diciembre del año pasado", afirmó.

En tanto, Juan Luis Bour, economista jefe de FIEL, se mostró sorprendido por el número de empleo, ya que esperaba uno más bajo. Aun así, hizo una aclaración sobre la tasa de desempleo: hay que recordar que esta cambia mucho de un trimestre a otro (porque siempre el dato del último trimestre suele ser más bajo que el del primer trimestre). "Más allá de todo eso, se ve una interesante recuperación de la tasa de empleo. Y hay que recordar que esto se da con menos crecimiento del empleo público (a tasas del 1,5% anual). Habrá que meterse en los microdatos que publicará el Indec dentro de unos meses para sacar conclusiones más finas", señaló.

Para Eduardo Donza, investigador del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA), lo crucial a la hora de desmenuzar el dato del Indec es analizar la calidad del empleo, que aparentemente sigue igual, a juzgar por la tasa de personas que están buscando trabajo aun estando empleadas (14,6% en el último trimestre de 2016 y 14,7% en igual trimestre de 2017) y la de subocupación (10,3% y 10,2%, respectivamente). "El problema que hay en el mercado de trabajo desde 2009 es que está muy precarizado. Hay una conformidad con haber generado trabajo, pero la calidad de ese trabajo sigue siendo muy mala, porque 43% de los trabajadores están en un sector informal de la economía", expresó Donza.


Según Fausto Spotorno, director del Centro de Estudios Económicos de Orlando Ferreres y Asociados, otra cuestión a considerar es que el empleo está creciendo más en trabajadores independientes que en asalariados, algo que está más vinculado con el mejor momento de la construcción. "La EPH mide el empleo formal e informal, pero solo en aglomerados urbanos, por eso en esa medición impacta más la construcción. Mientras que el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) es el total del empleo formal en todo el país, por eso ahí el crecimiento es menor, de solo 266.000 puestos. Lo que imagino es que debe haber mucho más incidencia de la construcción en este último dato que publica el Indec", explicó.

En efecto, según analiza Melisa Sala, economista de London Capital Group (LCG), la construcción fue la actividad más generadora de mano de obra, incorporando a 42.600 trabajadores (52% del aumento de empleo privado asalariado). "Con esto logró revertir la caída registrada en 2016. Las actividades empresariales y el comercio fueron los otros dos sectores que sumaron más empleados (entre ambos explican el 25% del aumento). El empleo industrial siguió en baja, con una caída de 17.600 puestos de trabajo en 2017 (-7% interanual), 83.600 desde el pico de 2013", precisó la especialista.

¿Qué cabe esperar para 2018? Según María Laura Calí, directora ejecutiva de SEL Consultores, las expectativas de aumento no crecen y priman las expectativas de mantenimiento de las dotaciones. "En grandes compañías, la expectativa de aumento sube solo un punto, mientras que las de mantenimiento ascienden 8 puntos. Es decir, las expectativas se corren de la disminución al mantenimiento, no al aumento efectivo de las dotaciones. Con todo esto, podemos esperar un 2018 mejor que 2017, pero con dotaciones estables más que crecientes", concluyó la especialista.