La última vez que un director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) estuvo en el país fue en diciembre de 2007, cuando el francés Dominique Strauss-Kahn asistió a la asunción de Cristina Kirchner como presidenta. Más de diez años después, otra francesa, Christine Lagarde, aterrizó en la Argentina y elogió las políticas gradualistas aplicadas por el Gobierno.

Ayer, en una conferencia realizada en la Universidad Torcuato Di Tella, la funcionaria compartió un encuentro con el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne , y el rector Ernesto Schargrodsky, donde indicó que "las autoridades argentinas están atacando los problemas económicos con decisión, contemplando la capacidad de la sociedad para responder a estos pasos decididos".

Si bien el motivo principal de su visita es participar en el foro de ministros del G-20, que se llevará a cabo en Buenos Aires el lunes y el martes próximos, Lagarde destacó que llegó unos días antes para ver en persona las reformas económicas que está llevando adelante el gobierno de Mauricio Macri, con quien tiene pautado reunirse hoy. "Vine antes para disfrutar la belleza de este país y para ver por mí misma las reformas y la profundidad del compromiso que tiene este gobierno de llevar el país adelante", comentó, y confesó que también se quedará después unos días extras para visitar con su marido las Cataratas del Iguazú.

La economista también coincidió con el Gobierno en la necesidad de aplicar una política gradualista: "Vemos que están atacando el problema con decisión, no a medias tintas, sino en base a medidas sostenibles a lo largo del tiempo, que es lo que caracteriza al gradualismo. No atacan el déficit fiscal de manera frontal o brutal, sino contemplando la economía y la capacidad de la sociedad para responder" a esas políticas, dijo.

"Los ortodoxos podrían decir que sería mejor que [las reformas] se hagan más rápido, pero los economistas pragmáticos coinciden en que, en tanto haya decisión y voluntad y se reduzca en un punto el déficit fiscal cada año, es un gran logro", agregó.

Asimismo, repitió y quiso que quede claro que el motivo de su visita "no es para negociar ningún tipo de programa" con el país. "Tampoco vengo en calidad de prestar, porque la Argentina no lo necesita ni lo pidió. Estoy acá para el G-20. Todavía no había tenido el placer de venir a la Argentina [asumió su cargo el 5 de julio de 2011] y es grandioso visitar amigos y a las autoridades", señaló. Al mismo tiempo, adelantó que volverá en julio para la segunda reunión en el país de ministros de Hacienda y presidentes de bancos centrales del G-20.

Lagarde había viajado al país anteriormente como asociada de McKinsey & Company y como funcionaria del gobierno francés, donde fue ministra en tres ocasiones: de Agricultura y Pesca, de Comercio, y de Economía, Finanzas e Industria.

Luego de escuchar y tomar apuntes mientras Dujovne se refería al acuerdo con las provincias sobre la implementación de la ley de responsabilidad fiscal, Lagarde acotó que era "notable que hayan podido lograr esa relación con los estados". "Hay muchos países que tienen políticas fiscales robustas, pero tienen poco margen de control sobre las provincias. Es una gran lucha para ellos. Los quiero felicitar porque es algo notable", remarcó. La escuchaban, además del ministro, Ariel Sigal, jefe de Gabinete de Hacienda; Guido Sandleris, jefe de Asesores, y Laura Jaitman, representante del ministerio ante el G-20.

"Tenemos múltiples objetivos, pero orientados a un fin último que es bajar la pobreza. Tenemos que construir un clima propicio para la inversión; es la única manera que la Argentina vuelva a crecer sostenidamente", señaló Dujovne.

Guerra de aranceles

Ante una consulta de Schargrodsky sobre las consecuencias de las políticas recientes de Estados Unidos -suba de la tasa de interés y aumento de aranceles al acero y el aluminio-, Largarde afirmó: "Las políticas que se decidieron a nivel comercial no generarán previsibilidad. La reducción del comercio va a reducir el crecimiento y la productividad, no va a ayudar ni a erradicar la pobreza ni a reducir el costo de vida de muchas personas. No hay ganador en esos juegos".

Por su parte, Dujovne explicó el impacto que tiene en la Argentina el mayor proteccionismo. "Vemos con preocupación estos movimientos. Para la Argentina, que es una economía muy cerrada, el impacto sería poco. Pero si el proteccionismo escalase en el mundo, los efectos de la macroeconomía tendrían sin duda impacto sobre la Argentina. Un escenario de ese tipo vendría a romper con los consensos que se trabajan hasta ahora", analizó.

Finalmente, Lagarde elogió los temas que eligió la Argentina como organizador del G-20 para tratar en el foro, especialmente el tópico sobre "El futuro del trabajo". "La agenda que decidieron es ambiciosa. Incluye temas que están en la cabeza de todos. Nosotros vamos a presentar un paper que trata sobre el futuro del trabajo, en base al impacto que va a tener en la economía la robotización, el rol de la inteligencia artificial y cuál va a ser la educación óptima para la fuerza laboral del futuro", adelantó.