El ministro de Agroindustria Miguel Etchevehere, dijo que es anticipado hacer una evaluación sobre el impacto económico de la sequía, que afecta fundamentalmente la soja y el maíz de la campaña agrícola 2017/18, aunque admitió que las pérdidas son cuantiosas. "Es prematuro hablar de un número. Hubo una caída de la cosecha, pero también una recuperación del 10% de los precios", dijo Etchevehere a Radio El Mundo.

El ministro explicó que "hay que ver qué pasa con la soja, cómo termina la cosecha y si los que tienen soja en silobolsa deciden venderla con la suba de precios".

La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estimó en su último informe mensual que la merma en la soja es de 5,5 millones de toneladas, mientras que en el maíz alcanza los 4,9 millones. En superficie, la pérdida es de 1,5 millones de hectáreas. De los 18,8 millones que se esperaban sembrar al comienzo de la campaña se sembraron 18 millones, y ahora, en condiciones mínimas de cosecha, quedaron 17,3 millones. "Es la superficie más baja en una década", informó la BCR.

Etchevehere explicó que la sequía se debe al cambio climático. "El año pasado vimos que los mismos campos que hoy están rogando por una gota tenían un metro de agua", había sostenido, a su vez, en Radio Continental, y agregó que los fenómenos como inundaciones y sequías "son cada vez más seguidos y más intensos".

El ministro dijo que hay "grandes inundaciones, grandes sequías y grandes pérdidas". "No podemos determinar un número. El ministerio hace un monitoreo, hay proyecciones y una realidad que empeora día a día mientras no llueva".

Respecto de las medidas que adoptaría el Gobierno, Etchevehere sostuvo: "Estamos listos para que cuando las provincias, que son las que tienen que declarar la emergencia o desastre agropecuario, lo hagan, homologar rápidamente y poner en marcha todo lo que tiene la ley de emergencia agropecuaria a nivel nacional". "Necesitamos que decreten la emergencia para que la Nación pueda aplicar lo que tenemos", concluyó.

Panorama

Según un informe de la BCR, en el corto plazo las condiciones productivas empeorarían, ya que no se esperan las lluvias necesarias para salvar los cultivos en las próximas dos semanas. "El último mapa muestra las lluvias que necesitan el centro y el norte del país para cubrir las necesidades de una pradera permanente, que se ubican alrededor de 100 a 140 milímetros, cuando los pronósticos más optimistas dan lluvias por debajo de los 50 milímetros y solo en localidades muy puntuales", destacó el trabajo.

La falta de lluvias sucede en el período crítico de llenado de granos, en el que "la demanda de agua de la soja se ve naturalmente acentuada". Para la BCR, "el panorama no es demasiado alentador".

En tanto, un relevamiento de técnicos de la cooperativa Agricultores Federados Argentinos (AFA) muestra que la soja en la zona agrícola núcleo, donde están las tierras más productivas y que comprende el sur de Santa Fe, el sur cordobés y el norte bonaerense, tendría pérdidas promedio de hasta el 46% en su rendimiento.

En la región, la soja de siembra de primera, implantada en octubre, está en su última etapa de llenado de granos.

"Si bien en muchas situaciones presenta un buen porte con buena cantidad de vainas, es muy probable que el componente de rendimiento y peso del grano se vea afectado, obteniéndose rendimientos inferiores aun a los esperables para esta campaña", indica el trabajo. Para la soja de esa fecha de siembra, AFA estima una merma promedio del 27% en el rendimiento.

En el trabajo se destaca que la situación para la región se sigue agravando, mientras los pronósticos no son favorables en el corto plazo. Ayer hubo precipitaciones en sectores puntuales de Córdoba, como 20-30 milímetros en Río Cuarto y La Pampa, pero las lluvias no pasaron por la mayor parte de la región núcleo. Como informó LA NACION, en los últimos cuatro meses se registraron entre 100 y 400 milímetros menos respecto del promedio de 1973, lo que representa la peor sequía, considerando la falta de lluvias, en los últimos 44 años.

El trabajo de la cooperativa refleja para la soja de primera fuertes pérdidas, que van más allá del 27% promedio, por ejemplo en Sanford (38%), Villa María (42%) o en Coronel Arnold, con una caída del 44%.

De acuerdo con AFA, la soja de segunda, que se siembra tras el trigo, está peor que la de primera, incluso con cultivos ya perdidos.

"La situación es bastante más dramática;, en muchos casos el cultivo se ha perdido o se estaría perdiendo de no recibir lluvias en los próximos días. Los lotes que aún cuentan con reservas, producto de alguna lluvia puntual, se encuentran mayormente en etapas reproductivas entre floración y formación de vainas", señala. Agrega que "la merma de rendimiento que se estima en este cultivo es en torno al 46%", si llueve en los próximos días. AFA deja abierta la puerta a más pérdidas si no se registran lluvias.

Más allá del 46% promedio de merma para la soja de segunda, se destacan otros lugares con recortes, como el 83% en Arequito, 52% en Bell Ville y 67% en Casilda, entre otros lugares.

La cooperativa agrícola, una de las más importantes del país, también detalla una merma importante para el maíz. En el caso de las siembras tempranas, de septiembre-octubre, indica que la merma en el rinde podría ser del 26%. Hoy ya se están cosechando algunos lotes que van de 50 a 70 quintales por hectárea.

Respecto de las siembras más tardías para el maíz, según AFA también habrá fuertes pérdidas en el rinde.

"En estos momentos, gran parte de los lotes se encuentran en la etapa crítica de panojado y cuajado de granos. Es esperable que ante esta situación climática, muchos de los lotes que aún sobreviven no tengan posibilidad de cuajar granos. La pérdida estimada a este momento podría ser muy superior en los próximos días, si se logra constatar a campo esta situación de falta de granos", precisa el trabajo.