A pesar de que aseguran que el compromiso de venta firmado en noviembre del año pasado con el grupo colombiano Omega Energy todavía se mantiene en pie, el Gobierno de Jujuy confirmó que pedirá al juez que atiende en la causa de quiebra del Ingenio La Esperanza que habilite un llamado a licitación o compulsa de precios con la intención de permitir la competencia entre los distintos interesados.

El gobernador provincial, Gerardo Morales, afirmó ayer que el grupo Omega mantiene la oferta que presentó a fines del año pasado, pero que, como se vencieron ciertos plazos de presentación de documentación y se sumaron varios interesados, se tomó la decisión de abrir una compulsa de precios o un llamado a licitación formal. El tema es espinoso porque se trata de la fuente de trabajo de 600 trabajadores, en un contexto en que la industria azucarera viene siendo golpeada fuertemente con la pérdida de empleos, como lo sucedido con el ingenio San Isidro, en Salta, que anunció su cierre tras presentar un Procedimiento Preventivo de Crisis ante el Ministerio de Trabajo que dejó a 730 empleados sin trabajo. Se trataba del ingenio azucarera más antiguo del país.

El ministro de Producción de la provincia, Juan Carlos Abud Robles, confirmó a El Cronista la intención oficial de que "haya una competencia abierta entre los distintos interesados". Entre ellos, mencionó que ya existen tres oferentes de capitales nacionales, de los cuales "uno pertenece al ámbito de la industria azucarera, mientras que los otros dos provienen de los sectores industrial-energético". Además, habría otros tres grupos empresarios que estarían evaluando la decisión de participar, según manifestaron los funcionarios. "El objetivo es que sea un proceso abreviado para poder llegar a la interzafra, y que a partir de marzo ya se haga cargo el nuevo dueño", comentó el funcionario. Por este motivo, la opción de la compulsa de precios sería la más viable, antes que una licitación formal, que demandaría mayores etapas.

A fines del año pasado, la provincia había anunciado un acuerdo con el grupo colombiano Omega Energy International para la venta del Ingenio ubicado en la localidad de San Pedro. Según aclararon, se trataba de una carta de intención (un compromiso de venta) que se firmó y que "no se cayó", aunque ahora deberá participar de la oferta junto a los demás interesados. En ese momento se estimó que la operación sería por alrededor de u$s 85 millones de contado (o u$s 100 millones a cinco años), y un convenio de inversión por alrededor de u$s 350 millones para los próximos años.

El traspaso a capitales privado se da en un marco de profundos problemas financieros que afrontó el establecimiento en los últimos años, que llegó a presentar un déficit de $ 662 millones (declaró la quiebra en 2000 y atravesó un intento de rescate del gobierno kirchnerista, con pedido de auxilio financiero que finalmente no prosperó; fue intervenido por la provincia en 2015).

Dicha intervención se dio en un plan de reducción de personal, que de los cerca de 1000 empleados pasaron a 600 en la actualidad. El plan contempló que más de 300 trabajadores pasarán a planta permanente del Estado provincial. En este sentido, Morales remarcó la decisión de implementar este esquema: "miren lo que pasó en el ingenio San Isidro, de Salta. Muchos han cuestionado nuestra propuesta pero no han tenido el coraje de tomar las decisiones que había que tomar para no dejar a nadie en la calle", argumentó.

El establecimiento produjo 65.000 toneladas de azúcar en 2015, que pasaron en 2016 a 42.000 toneladas. Sus activos incluyen 9000 hectáreas de caña, que pueden extenderse a unas 20.000 hectáreas, unas 40.000 hectáreas forestales, 9000 para ganadería y más de 1000 de cítricos.