En la Argentina, el 60 % de las madres está en manos de pequeños y medianos productores que representan el 95 % del sector. Beneficiado por el aumento del consumo de carne de cerdo y la apertura de nuevos mercados, el negocio porcino demanda mayor tecnificación. Con el objetivo de ganar eficiencia y sustentabilidad, el INTA diseñó un sistema de confinamiento de bajo costo que incluye un planteo de agricultura y promueve la transformación de los efluentes en fertilizantes para uso agronómico.

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