Mientras Europa se prepara para definir si renueva por cinco años la autorización para el uso del glifosato para la producción, en el Gobierno sostienen que el país debería "marcar la cancha" en las distintas iniciativas internacionales donde participa la Argentina, muchas de ellas patrocinadas por los mismos países europeos que quieren prohibir el herbicida.

El 15 del mes próximo vence una autorización para el producto luego de 18 meses de prórroga. Recientemente en Europa hubo una votación por la continuidad del producto, con 14 países a favor, 9 en contra y cinco abstenciones. Si bien la votación fue positiva, no se alcanzó la mayoría especial de 55% de los países miembros y el 65% de la población europea.

A favor de la renovación por cinco años lo hicieron España, República Checa, Dinamarca, Estonia, Irlanda, Letonia, Lituania, Hungría, Holanda, Eslovaquia, Eslovenia, Finlandia, Suecia y Reino Unido. En tanto, en contra fueron Bélgica, Grecia, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Luxemburgo, Malta y Austria. Además, se abstuvieron Bulgaria, Alemania, Portugal, Polonia y Rumania.

Mañana Europa intentaría una nueva votación sobre la renovación del producto.

"Tenemos que marcar la cancha en muchas iniciativas donde participamos a nivel mundial si Francia, Italia y Bélgica, por ejemplo, se van a manejar con una postura dura sobre el glifosato sin base científica", señaló a LA NACION María Beatriz "Pilu" Giraudo, coordinadora de Políticas para el Desarrollo Sustentable y Plan Belgrano del Ministerio de Agroindustria de la Nación.

"Se viene una batalla grande en ese sentido", agregó la funcionaria. En algún sector del Gobierno creen que el país debería retirarse de determinadas iniciativas internacionales, pero para Giraudo se podría "marcar la cancha" con acciones fuertes en defensa de la tecnología.

La funcionaria menciona el ejemplo de Francia, que tiene una iniciativa para aumentar el contenido de carbono del suelo, pero por otra parte está en contra del glifosato. Con el proyecto "4 por 1000" Francia se propone mejorar el contenido en materia orgánica alentando la retención de carbono en los suelos.

Ese país invitó a la Argentina a ser miembro e inclusive funcionarios de su Ministerio de Agricultura vienen a visitar sistemas de producción. Según el gobierno francés, un crecimiento anual del stock mundial de carbono de los suelos de "4 por mil" permitiría absorber y almacenar el equivalente de las emisiones antrópicas anuales de CO2, es decir 75% de las emisiones de gas de efecto invernadero.

"Nos pidieron ser miembros porque somos fundamentales por nuestra experiencia (en siembra directa). Defienden eso pero su gobierno es el mismo que prohíbe el glifosato", señaló Giraudo.

"¿Estamos preocupados por la seguridad alimentaria y el cambio climático o es una mera expresión de deseos y tomamos medidas que van en contra de las posibles soluciones?", se interrogó la funcionaria sobre acciones de países europeos contrarios al herbicida.

Para la funcionaria, el país tiene que ser "inteligente" saliendo de la discusión por el glifosato y plantear el debate por las tecnologías en general.