La Unión Europea y el Mercosur viven una semana decisiva para forjar, o desistir, del anuncio de la asociación de libre comercio a fin de año. En esta nueva ronda de negociaciones en Brasilia, que comenzó hoy y se extenderá hasta el jueves, cada bloque acordó presentar la oferta definitiva que debe involucrar la apertura comercial de más de 85% del universo de productos.

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Para los cuatro socios del Mercosur la expectativa está centrada en dos rubros: carne bovina y etanol. Son precisamente los asuntos en los que están divididas las posiciones entre los propios europeos.

Según comentan funcionarios en Brasilia, la UE se había comprometido el año pasado a realizar una mejora en su oferta. Pero la propuesta en ambos sectores serían insuficientes.

Serían de 70.000 toneladas de carne bovina al año y de 600.000 toneladas de etanol. Esta demanda sirve, esencialmente, al agro-bussines brasileño ligado a la caña de azúcar (de donde deriva el etanol). Sin embargo, las expectativas son limitadas: tanto Francia como Irlanda y Bélgica, propusieron postergar la nueva oferta para evitar una competencia desleal.

Esto jaquea las esperanzas brasileñas de ver firmado el acuerdo a fin de año, en una reunión ministerial conjunta prevista para diciembre, en forma contemporánea a la cumbre de la Organización Mundial del Comercio que se realiza en Buenos Aires