Gracias a la mejora en los ingresos -sobre todo por la actualización de jubilaciones, pensiones y asignaciones sociales-, el aumento lento del empleo registrado y la reducción de la inflación, más de 630.000 personas dejaron de ser pobres entre fines de 2016 y junio pasado.

Según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec, la pobreza se redujo 1,7 puntos, del 30,3% en el segundo semestre del año pasado al 28,6% en el primero de 2017. Como consecuencia de esa baja, 636.348 argentinos salieron de la pobreza. Sin embargo, casi un tercio de la población aún está por debajo de esa línea. Si se hace una proyección al total país, hay 11.359.427 pobres. En tanto, la indigencia creció en el mismo período una décima, de 6,1% a 6,2%, por lo que se sumaron 69.075 personas a las 2.470.844 que tienen problemas para conseguir lo más básico: alimento.


Un dato de la encuesta resulta por demás alarmante de cara al futuro del país: el 42,5% de los chicos de hasta 14 años son pobres

En el oficialismo festejaron la baja de la pobreza, un dato clave camino a las elecciones. Sin embargo, los analistas matizaron el dato oficial calculado por el equipo técnico de la directora de la EPH y delegada de ATE, Cynthia Pok.

Por un lado, algunos consideraron que todavía se trata de un período no comparable interanualmente y que, como tantas personas viven justo sobre la línea de pobreza, es preciso esperar datos que expresen tendencias más claras. "Hoy hay mucha volatilidad", dijo el especialista Jorge Paz (el ejemplo es la ciudad de Buenos Aires, donde la pobreza subió cuatro puntos). No existe un número sobre lo que pasó en el primer semestre de 2016 debido al "apagón" en el que ingresó el Indec tras los años de falseamiento kirchnerista. Otros especialistas marcaron que no hubo cambios en el núcleo duro de la pobreza y que se estiró la brecha para que la población logre escapar de ese flagelo.

La ciudad con mayor pobreza relativa fue, a fines del semestre, La Banda, en Santiago del Estero (45,4%), Pero, en números absolutos, los partidos del Gran Buenos Aires reúnen a 890.000 pobres. La menor tasa de pobreza en el país se encuentra en Río Gallegos (9,6%), centro de varios conflictos salariales en los últimos meses.

"Estamos casi al mismo nivel de pobreza que teníamos en 2015. Es decir, recuperamos parte de lo perdido", afirmó a LA NACION Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA. "La baja es contundente por tres factores: la baja de la inflación, la recuperación lenta pero genuina del empleo, sobre todo en el sector de la construcción, y la actualización permanente en materia de pensiones, jubilación y Asignación Universal por Hijo (AUH) en abril pasado", agregó.

Salvia agregó que contra el único dato que existe de la primera mitad de 2016 -el del segundo trimestre- la mejora de la pobreza es aún mejor, ya que en ese período se dio el mayor ajuste sobre la economía desde la asunción de Mauricio Macri.

Sobre la suba de la indigencia dijo que el número implica que no hay mejoras en los empleos de menor calidad, sobre todo en el sector informal, tal como confirma la EPH. "Es un núcleo estructural que no cambia con la baja de la inflación o la mejora en el empleo registrado", estimó.

Daniel Schteingart, investigador del Instituto Estadístico de los Trabajadores, afirmó que la indigencia empeoró sobre todo por su performance en el Gran Buenos Aires, donde pasó del 6,4% al 7,1%. "Lo que pasa es que la parte inferior de la pirámide de ingresos es la que más fue perjudicada en los últimos meses y sus ingresos son los que menos se recomponen. Por el contrario, los más cercanos a la línea de pobreza y por encima de la de indigencia mejoraron más que la media. La consecuencia de esto es que hay una mayor heterogeneidad al interior de la población pobre: los más pobres profundizan su condición de escasez, en tanto que los que están justo por debajo de la línea de pobreza mejoran su situación", explicó el experto y agregó: "El dato preocupante es que, pese a la recuperación económica, la brecha de la pobreza y la indigencia empeoró".

"Celebramos que la pobreza haya cortado su tendencia alcista y unimos nuestros esfuerzos para que este logro se mantenga en el tiempo", dijo a LA NACION Roberto Benes, representante de Unicef en la Argentina. Y recordó que hoy "hay al menos 5 millones de niños por debajo del consumo de bienes básicos para la supervivencia y más de 1,2 millones con dificultades para alimentarse adecuadamente".