Misiones Rurales Argentinas (MIRA, http://www.misionesrurales.org.ar), institución de espíritu educador y misionero, fue fundada en 1938 por el sacerdote jesuita Matías Crespi y desde entonces se dedica a apoyar a las escuelas rurales argentinas, a sus docentes, alumnos, edificios e infraestructura en general. En especial, se ha volcado a acompañar a aquellos que trabajan en lugares apartados de los centros urbanos, muchas veces inhóspitos, donde la tarea de educar plantea un desafío permanente.

Todo aquel que haya tenido algún contacto con la vida y el quehacer del campo argentino habrá podido apreciar el esfuerzo que implica para muchos de nuestros niños llegar diariamente a sus escuelas. A pie, en bicicleta, a caballo, en mula, en sulky o en canoa, el desafío es llegar como se pueda. Algo que puede parecer simpático o pintoresco, como ver montados en ancas a dos, o incluso a tres pequeños en un sacrificado caballo, es la realidad cotidiana de muchos. No menos esforzado es el transporte de las maestras, más de una vez libradas a la solidaridad campera de quien pueda recogerlas en una ruta o sacarlas de una banquina embarrada. En su recorrida, ellas van levantando chicos de chacras y campos, semejando colectivos, desbordados de pequeños pasajeros sus vehículos.

En tantos años de incansable labor, Misiones Rurales ha encarado múltiples proyectos, entre ellos el de capacitar a maestros rurales, comprendiendo cursos varios, de didáctica de la lectura y la escritura, valores, planificación escolar, y talleres de comunicación y prevención del conflicto, y sobre el uso responsable de Internet y contra la violencia. Su programa de visitas ha llegado ya en lo que va del año a 520 escuelas y 30.000 alumnos, apoyando iniciativas de lo más diversas sobre agua potable, huertas escolares, organización de comidas y sanidad. Son tantas y tan variadas las necesidades que también desarrollan un programa de envíos de ropa, leche en polvo, zapatillas, juegos, computadoras o máquinas de coser, con lo que reciben en su sede de Riobamba 1036. La valiosa red tendida promueve a su vez los encuentros entre escuelas, a través de redes y grupos misioneros que integran actores del sector público y privado, reuniéndolos en peñas y demás actividades dirigidas a acercarse a los maestros rurales con material actualizado y un mensaje de aliento, apoyo y esperanza. Un sistema de becas y aportes mensuales propone acompañar a muchos chicos en el sueño de proseguir sus estudios.

Seguramente, para muchos de nosotros la silenciosa tarea de tantas décadas sólo adquiere visibilidad en el stand que año tras año le permite sumar fondos desde la Exposición de Ganadería. Agricultura e Industria en el predio de la Sociedad Rural Argentina. Todo parece insuficiente a la hora de apoyar la educación en los recónditos rincones de nuestro territorio. Beneficios, torneos de golf, colectas, donaciones privadas y cuanta forma de recaudación solidaria exista, ayudan a mantener viva esta importante obra. Promover la educación para las familias rurales constituye un proyecto ambicioso que gracias a donantes y colaboradores es una realidad que el año que viene celebrará sus 80 años de generoso compromiso.