La Argentina juega en la liga mundial de genética bovina. Su profunda tradición ganadera combinada con un sostenido trabajo de selección desde comienzos del siglo XIX, originaron un rodeo genéticamente consistente, capaz de ofrecer reproductores apetecibles para cualquier ganadero del planeta.

Un aspecto clave en esta construcción fue el desarrollo de evaluaciones genéticas gracias al trabajo serio y constante de las Asociaciones de criadores de las distintas razas. La disponibilidad de los DEPs para distintos caracteres de importancia económica ha sido la autopista que aportó velocidad y precisión al mejoramiento genético de los rodeos. Y de ahora en más, las nuevas tecnologías disponibles -como la genómica- representan un complemento ideal, en esta materia. En síntesis, son herramientas que dieron y darán competitividad a la genética nacional, brindando valor agregado al negocio.

El impacto de las DEP´s enriquecidas por la genómica, combinado con políticas activas para estimular el uso de la genética evaluada y adecuadas estrategias de posicionamiento en los mercados local y mundial, son aspectos esenciales para el fortalecimiento del sector.

Por esta razón, el Foro Argentino de Genética Bovina (FAGB) fijó como objetivo analizar estos aspectos durante la jornada de actualización que llevará a cabo el 19 de julio próximo durante la Exposición Rural de Palermo (forodegeneticabovina@gmail.com www.forodegeneticabovina.com).

Asimismo, en el marco de la jornada será presentado un reciente trabajo realizado por el FAGB que pone números al mercado de genética, analizando su evolución en las últimas décadas y proyección fronteras afuera. Un diagnóstico de situación ineludible.

La industria del semen bovino de la Argentina está conformada por una veintena de Centros de Colecta y Procesamiento de Semen (CCPS) y bancos de semen, cuya actividad está regulada oficialmente (ley 20.425, decreto 4678/73). Los centros más importantes están nucleados en la Cámara Argentina de Biotecnología de la Reproducción e Inseminación Artificial (Cabia).

En cuanto a la industria vinculada a los embriones bovinos, existen alrededor de quince empresas y grupos profesionales que desarrollan esta actividad, en su mayoría asociados a la Sociedad Argentina de Tecnologías Embrionarias (SATE).

Según datos de Cabia, en 2015 se exportaron 620.000 pajuelas, alcanzando un valor de US$ 2 millones, siendo los principales países compradores Brasil (57%), Paraguay (33%) y Uruguay (8,5%). En cuanto a la exportación de embriones, en 2015 se comercializaron 4160 unidades por un valor de US$ 1,5 millones.

El autor es médico veterinario y director de la revista Taurus