Con las fuertes subas registradas en las Bolsas estadounidenses durante las últimas dos semanas, el mercado de trigo internacional parece haber emprendido la transición de un tiempo de sobreabundancia a un período de suministros más ajustados, con previsiones de cosechas en baja para buena parte de los grandes abastecedores del consumo global.

Ayer, las pizarras de Chicago y de Kansas mostraron alzas de US$ 4,22 y de 3,03 sobre el contrato julio del trigo, cuyo ajuste resultó de 170,95 y de 173,98 dólares por tonelada. En el balance de la semana, dicha posición ganó un 4,37 y un 4,87% frente al valor vigente el viernes anterior, de 163,79 y de 165,90 dólares. Sin embargo, si se toma como referencia el cierre del 2 del actual, en 157,82 y en 159,19 dólares, los aumentos trepan al 8,32 y al 9,29%, respectivamente.

El motor que impulsó el salto de las cotizaciones del grano fino en los Estados Unidos y que sostiene la tónica alcista es el mal estado de los cultivos estadounidenses, que hace que muchos operadores consideren que los 49,64 millones de toneladas previstos por el USDA para la campaña 2017/2018, que ya implican un derrumbe del 21% frente a los 62,86 millones cosechados en el ciclo 2016/2017, resulten un objetivo "muy optimista" del organismo.

Y sustentan sus dudas en que sólo el 50% de los trigos de invierno y el 45% del cereal de primavera están en estado bueno/excelente, por debajo del 61 y del 79% vigente un año atrás. Tal es la desconfianza del mercado que las últimas dos semanas alcistas coincidieron con el inicio de la recolección de los trigos de invierno, que aportan cerca del 70% del volumen total del grano fino estadounidense. Hasta el lunes pasado la cosecha había avanzado sobre el 17% del área, frente al 10% de 2016 para la misma fecha y al 15% promedio de las últimas cuatro campañas.

El cuadro que se está pintando en los Estados Unidos tiene réplicas en otros países. Por caso, el martes pasado la Oficina Australiana de Agricultura, Recursos Económicos y Ciencias estimó la producción de trigo australiano en 24,19 millones de toneladas, por debajo de los 35,13 millones del ciclo 2016/2017. Esta proyección resultó incluso peor que la hecha por el USDA en su informe mensual de oferta y demanda global de granos, donde proyectó una producción de 25 millones.

También en Canadá la cosecha de trigo se prevé en baja, con un volumen de 28,35 millones de toneladas, contra los 31,70 millones precedentes, según el organismo estadounidense. Otro tanto ocurre en los países de Europa del Este, donde entre Rusia, Ucrania y Kazajstán recolectarían 107 millones de toneladas, frente a los 114,32 millones del ciclo 2016/2017.

En medio de tanto recorte, uno de los pocos incrementos de oferta se prevé en la Unión Europea, que pasaría de una cosecha de 145,47 a 150,75 millones de toneladas. Sin embargo, también allí en los últimos días el clima seco encendió la alarma por posibles daños sobre los cultivos. Y el otro país que tendría una mayor cosecha sería la Argentina, que según el USDA elevará su producción de 17 a 17,50 millones. El salto, sin embargo, para las autoridades del Ministerio de Agroindustria de la Nación sería de 18,39 a 20 millones.

Y un último dato que comienza a ser tenido en cuenta por el mercado es que pese a que el stock final global de trigo 2017/2018 fue estimado recientemente por el USDA en 261,19 millones de toneladas, por encima incluso del de la campaña 2016/2017, de 256,43 millones, el mismo contiene una participación de las reservas chinas del 49%, equivalente a 127,99 millones, contra el 43,2% del ciclo precedente, con 110,79 millones. Y China es un país neutral para el resto de los proveedores, dado que prevé exportaciones por menos de un millón de toneladas.

Frente al escenario descripto, el avance de la cosecha en el hemisferio Norte y la evolución del clima tendrán un rápido correlato sobre los precios, sobre todo si se confirman los augurios de producciones decrecientes.

Mercado doméstico

En la plaza local, ayer el trigo disponible se cotizó a $ 2650 por tonelada para Bahía Blanca y para Necochea, sin cambios, mientras que para el Gran Rosario la oferta bajó de 2650 a 2600 pesos, en buena medida por la incertidumbre que generó el paro de los trabajadores de la CGT San Lorenzo, que mantiene paralizadas las terminales ubicadas sobre el Paraná (como se amplía en la página 4).

Por trigo de la próxima cosecha los compradores volvieron a ofrecer US$ 165 por tonelada para Bahía Blanca y para el Gran Rosario, y US$ 160 para Necochea. En el Mercado a Término de Buenos Aires, el contrato enero del cereal subió un dólar y cerró la jornada con un ajuste de US$ 165 dólares.

Acerca de la soja, las fábricas ofrecieron ayer en forma abierta $ 3700 por tonelada en la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), $ 50 menos que anteayer y $ 200 por debajo de los $ 3900 vigentes el viernes anterior.

En cuanto al maíz, se mantuvo la tónica bajista de sus precios en la BCR, donde los exportadores ofrecieron $ 2150, por debajo de los $ 2200 de anteayer y de los $ 2350 del viernes anterior. En Bahía Blanca la caída fue de 2400 a 2300 pesos, un valor que alejó al cereal de los $ 2600 del cierre del segmento comercial anterior.

Nuevos tiempos para los precios del grano fino

9,29%

Kansas

En la Bolsa de Kansas, donde se negocia el trigo más similar al grano argentino, el valor del cereal registró un alza del 9,29% en las últimas dos semanas, al pasar de 159,19 a 173,92 dólares por tonelada

-21%

Cosecha en EE.UU.

La producción estadounidense de trigo 2017/2018, proyectada por el USDA en 49,64 millones de toneladas, sería un 21 por ciento inferior a la del ciclo anterior, de 62,86 millones

-20%

Canadá/Australia

Según las previsiones del USDA, las cosechas de trigo de Canadá y de Australia serían de 28,35 y de 25 millones de toneladas y quedarían por debajo de los 31,70 y de los 35 millones del ciclo precedente, respectivamente