Las escasas precipitaciones caídas en los últimos días sobre las principales regiones agrícolas estadounidenses y los pronósticos de tiempo seco y caluroso para los próximos 6 a 10 días fueron los fundamentos que posibilitaron un balance alcista para los precios de la soja, el maíz y en trigo en la Bolsa de Chicago, donde los fondos de inversión recobraron protagonismo y dejaron en un segundo plano las cifras de oferta y demanda publicadas ayer por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés).

Para la soja, la acción de los especuladores bien podría considerarse un "rescate", tras cuatro semanas bajistas consecutivas. Ayer, al momento de fijar los ajustes de la rueda, las pizarras mostraron alzas de US$ 1,28 y de 1,65 sobre los contratos julio y noviembre, cuyos precios resultaron de 345,94 y de 348,42 dólares por tonelada. En el balance del segmento comercial, estas posiciones recuperaron un 2,20 y un 2,51% respecto de los valores vigentes el viernes anterior, de 338,50 y de 339,88 dólares.

El déficit hídrico que le abrió la puerta a los fondos de inversión especuladores se concentra en el noroeste de Minnesota y se extiende fuera del Medio Oeste de EE.UU. (zona núcleo para la producción de granos gruesos), sobre las Dakotas.

Sin embargo, para la soja, este incipiente déficit no resulta aún un dato con impacto seguro sobre los cultivos, que recién están emergiendo. Además, no se puede perder de vista que la actual es la campaña con la mayor área sembrada con soja de la historia estadounidense, con36,22 millones de hectáreas, frente a los 33,75 millones del ciclo anterior.

Entonces, el "rescate" de la soja por la acción de los fondos de inversión no fue otra cosa que un efecto colateral de la tendencia alcista registrada por el maíz, que sí cuenta con una mayor cantidad de factores potencialmente alcistas que, combinados con un clima adverso, podrían generar subas relevantes para el cereal.

Además de la mayor siembra de soja estadounidense, que según una conservadora proyección del USDA dejaría una cosecha 2017/2018 de 115,80 millones de toneladas, para la oleaginosa no resultaron alentadoras las cifras publicadas ayer por el organismo en su informe mensual. En efecto, en su revisión del ciclo 2016/2017 elevó de 11,85 a 12,26 millones el stock final de EE.UU. e incrementó sus proyecciones sobre las cosechas de Brasil y de la Argentina, de 111,60 a 114 y de 57 a 57,80 millones.

Así, las subas acumuladas por la soja estadounidense en las últimas seis ruedas son una prima de riesgo climático, que podrá incrementarse en la medida que las precipitaciones sigan siendo escasas, pero que podría desvanecerse si retornan las lluvias.

Respecto del maíz, ayer las pizarras de Chicago mostraron alzas de US$ 0,79 y de 0,89 sobre los contratos julio y septiembre, cuyos ajustes fueron de 152,65 y de 155,80 dólares. En el balance de la semana estas posiciones ganaron un 4,03 y un 3,94% frente a los valores vigentes el viernes anterior, de US$ 146,74 y de 149,89.

En el mercado de maíz fue donde los especuladores concentraron las mayores compras durante las últimas seis ruedas, con un total estimado por la agencia Reuters de 74.500 contratos, equivalentes a 9,46 millones de toneladas. Y el principal fundamento de esta inyección de dinero es la combinación entre la caída de la siembra estadounidense 2017/2018 hasta los 36,42 millones de hectáreas, desde los 38,04 millones anteriores, y la amenaza del clima seco, que ya tuvo un correlato sobre la condición de los cultivos, con un 68% en estado bueno/excelente, contra el 75% vigente un año atrás. Si el clima no acompaña el desarrollo de las plantas, el volumen de la cosecha podría quedar incluso abajo de los 357,27 millones proyectados ayer.

En sus nuevas cifras el USDA no aportó ayer novedades significativas para el mercado. Elevó de 96 a 97 mill./t el volumen de la cosecha 2016/2017 de maíz brasileño y mantuvo en 40 millones su previsión para la producción argentina.

Acerca del trigo, que se encuentra en plena cosecha de las variedades de invierno en EE.UU., ayer la posición julio en Chicago y en Kansas cortó una racha alcista de tres ruedas y cerró con una baja de US$ 1,28 y de 0,83, y con un ajuste de 163,79 y de 165,90 dólares. No obstante, el balance semanal fue muy positivo, dado que dicho contrato ganó un 3,78 y un 4,22% respecto del valor vigente el viernes anterior, de US$ 157,82 y de 159,19.

Ayer el USDA elevó de 49,54 a 49,64 mill./t su previsión sobre la cosecha estadounidense de trigo 2017/2018, pero buena parte de los operadores considera que dadas las bajas calificaciones actuales de los cultivos (de invierno y de primavera), la producción podría resultar inferior.

Pausa doméstica

Luego de tres ruedas seguidas en $ 4000, la propuesta de la demanda por soja disponible bajó a $ 3900 por tonelada para el Gran Rosario. Fuentes del sector comercial indicaron que dada la caída de la oferta evidenciada anteayer y el margen negativo con que vienen operando las fábricas, buena parte de los compradores optó por poner una pausa y "administrar" lo adquirido en las ruedas precedentes. En rigor, esperan que la próxima vez que la soja toque los $ 4000 haya más interesados en desprenderse del grano.

El trigo disponible se mantuvo muy firme ayer, en $ 2650 para el Gran Rosario, Bahía Blanca y Necochea. El cereal nuevo se negoció a US$ 160.

El maíz con entrega inmediata se cotizó a $ 2600 para Bahía Blanca, sin cambios, y a $ 2350 para el Gran Rosario, con una baja de 50 pesos.

Los cereales se quedaron con las mayores subas

4,22%

trigo kansas

Pese a las bajas registradas ayer, en la Bolsa de Kansas, que negocia el trigo estadounidense de mayor calidad, el precio del cereal aumentó de 159,19 a 165,90 dólares por tonelada durante la semana

4,03%

maíz

Luego de completar seis ruedas alcistas consecutivas, y sin lluvias a la vista, el maíz terminó la semana con saldo positivo en la Bolsa de Chicago, al trepar de 146,74 a 152,65 dólares por tonelada

2,20%

soja

La oleaginosa también sumó ayer la sexta jornada alcista seguida en la plaza estadounidense y en la semana su precio creció de 338,50 a 345,94 dólares por tonelada.