Graves pérdidas estimadas en más de 800 millones de pesos produjeron las intensas lluvias que se vienen registrando desde principios de año en la provincia, y que en el caso de la zona sudeste superaron los 1500 milímetros. Las entidades rurales gestionan la declaración del estado de emergencia para paliar los daños.

En ganadería hay 1 millón de cabezas y más de 5000 productores afectadas. En el caso del algodón, 2700 hectáreas quedaron sin poder ser cosechadas ante la imposibilidad de que las máquinas ingresen en los lotes. Además, las plantas que quedaron en pie han perdido mucha calidad y rendimiento.

Otro cultivo afectado ha sido el maíz, con unas 10.000 hectáreas, de las cuales 3000 pertenecen a pequeños productores que habían previsto hacer la cosecha en este mes. Ademas, se reportan daños en lotes de arroz.

En esta campaña se sembraron unas 6700 hectáreas, y alrededor del 80% de esa superficie fue cosechada con grandes dificultades y pérdidas de rindes.